Linus Ullmark #35 of the Ottawa Senators celebrates the win over the Detroit Red Wings with Brady Tkachuk #7 at Little Caesars Arena on March 27, 2025 in Detroit, Michigan. Ottawa defeated Detroit 4-3.(Photo by Dave Reginek/NHLI via Getty Images)

Hay triunfos que parecen valer un boleto a los Playoffs de la Stanley Cup. Los Ottawa Senators obtuvieron uno de ellos el jueves.
No sólo derrotaron a los Detroit Red Wings, uno de los equipos inmersos en la misma lucha por el Comodín del Este, sino que lo hicieron exhibiendo una cualidad crucial para la postemporada: la capacidad de sufrir y ganar sin jugar su mejor hockey.

Ottawa no tuvo su mejor partido. Muy lejos de ello. Incluso podría decirse que Detroit los dominó, en especial en el inicio del compromiso cuando perdieron la batalla de disparos 16-8 y además cometieron hasta cinco penalidades. Pero los Senators mostraron esa valiosa cualidad de ‘saber sufrir’ y, a pesar de las adversidades, lograron anotaron dos tantos en ese primer período.

El corazón de esa resistencia fue su unidad de neutralización de penalidades. La tarea era monumental: enfrentar al explosivo Power Play de Detroit, el tercero más eficaz de toda la NHL con un 29.1% de éxito, con el equipo de neutralización de Ottawa ubicada en el puesto 19no (77.1%). Sin embargo, desafiaron las estadísticas. Los jugadores encargados de esta tarea mostraron una cohesión notable, presionando en la zona neutral y bloqueando líneas de pase cruciales, logrando neutralizar las cinco oportunidades iniciales de Detroit. Este esfuerzo terminó cambiando el rumbo del partido.

Detrás de esa unidad, el portero Linus Ullmark se erigió como una figura imponente. Detuvo los 16 disparos que enfrentó en ese crucial primer acto, incluyendo varias oportunidades claras durante los Power Plays de Detroit.

"Cuando tienes cinco Power Plays en los primeros 22 minutos... y no anotas... el otro equipo obtiene mucha confianza”, comentó el entrenador rival, Todd McLellan. “Su guardameta empieza a sentirse realmente bien".

Ullmark, jugando con la solvencia que se espera de un reciente ganador del Trofeo Vezina, fue la personificación de esa confianza creciente.
Y eso contagió al ataque. A pesar del tiempo significativo jugando con un hombre menos y remando contra la corriente, los Senators fueron letales en sus oportunidades. Thomas Chabot y Tim Stutzle encontraron el fondo de la red en ese difícil primer período, construyendo una ventaja de 2-0 que se sentía casi improbable dadas las circunstancias del juego.

"Fuimos muy resilientes en el primer período cuando tomamos cinco penalidades, y simplemente seguimos jugando", destacó el entrenador Travis Green.

La inercia positiva continuó tras el primer intermedio. Apenas segundos después de aniquilar la quinta penalidad de Detroit, que se había extendido desde el período anterior, David Perron asestó otro golpe. Recibió un pase preciso de Drake Batherson, se escapó en solitario y superó a Alex Lyon con un certero disparo de muñeca para poner el 3-0. Fue un golpe anímico devastador para Detroit, justo cuando esperaban capitalizar su ventaja numérica. Más tarde, Michael Amadio conseguiría el cuarto tanto, proporcionando un colchón que resultaría indispensable.

Para Perron, esta contribución es parte de un bienvenido renacer. Tras un inicio de año marcado por la adaptación a un nuevo equipo y una ausencia de dos meses por lesión, finalmente parece haber encontrado su ritmo. "Simplemente cambiar de equipo fue difícil y luego tuve que regresar de la lesión", confesó. "Finalmente me estoy asentando". Sus números recientes lo avalan: 10 puntos, incluyendo siete goles, en sus últimos 13 partidos, una producción ofensiva vital para las aspiraciones del equipo en esta recta final.

Pero los Red Wings, jugando en casa y con su propia temporada en juego, no iban a rendirse fácilmente. Como Ullmark mencionaría después, "ese es un buen equipo y están desesperados".

Esa desesperación se manifestó en un tercer período de furiosa reacción. Detroit finalmente encontró fisuras en la defensa de Ottawa, anotando tres goles y poniendo el juego en un hilo con el 4-3.

Los minutos finales fueron de alta tensión, pero Linus Ullmark volvió a ser el factor determinante. Realizó paradas clave para sofocar el ímpetu de Detroit y preservó la mínima ventaja. Terminó la noche con 31 salvadas, una actuación que no sólo le dio la victoria, sino que también marcó un hito personal.

Alcanzó los 20 triunfos esta temporada (19-13-3 en 37 presentaciones), uniéndose a leyendas como Dominik Hasek (2005-06) y al reciente Joonas Korpisalo (2023-24) como los únicos guardametas en la historia de los Senators en lograr esa cifra en su temporada debut con el club. Su dominio histórico contra Detroit también se acentuó, mejorando su récord a un notable 9-2-2.

"Respondimos bien", afirmó Ullmark con sencillez tras el encuentro.
Esta victoria es la octava de Ottawa en sus últimos 11 compromisos, una racha que los ha catapultado firmemente en la zona de playoffs. Con 81 puntos (38-28-5), no sólo mantienen el primer puesto del Comodín en la Conferencia Este, sino que amplían su ventaja a seis puntos sobre los Montreal Canadiens.

Además, el hecho de haber completado la serie de temporada contra Detroit con un récord de 3-0-1, y que los cuatro partidos se decidieran por un solo gol, subraya dos cosas: la paridad entre ambos equipos y la capacidad de Ottawa para imponerse en duelos cerrados.
Con la confianza reforzada por esta sufrida pero importante victoria, los Senators se preparan para un fin de semana clave para cerrar el mes. Recibirán a los Columbus Blue Jackets el sábado antes de visitar a los Pittsburgh Penguins el domingo.

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