"Por supuesto, nunca estuve en modo de pánico porque no anoté en seis, siete o cuantos juegos fueran, pero sentía que tenía oportunidades", explicó Draisaitl, quien a pesar de la falta de goles había acumulado nueve asistencias en sus cuatro presentaciones previas. "Sentí que las otras partes de mi juego estaban ahí, y eran buenas, así que creo que era cuestión de tiempo para que el disco entrara".
El desarrollo del cotejo mostró la madurez táctica del sistema implementado por el entrenador Kris Knoblauch. Ryan Nugent-Hopkins abrió el marcador temprano en el primer periodo aprovechando un rebote de un disparo de Evan Bouchard. Aunque MacKenzie Weegar igualó para Calgary con un disparo desviado, la respuesta de Edmonton fue devastadora. El Power Play de los Oilers desmanteló la estructura defensiva de los Flames, particularmente tras la expulsión por mala conducta de juego del propio Weegar en el segundo periodo, lo que dejó a Calgary sin su pilar defensivo.
Zach Hyman, quien se ha consolidado como el complemento perfecto para las superestrellas, también tuvo una noche para el recuerdo con un gol y dos asistencias, alcanzando su partido número 100 de múltiples puntos. Su tanto para el 4-1, tras un pase en una jugada de 2 contra 1 liderada por McDavid, terminó de quebrar la voluntad de unos Flames que se vieron superados en velocidad y ejecución. En la portería, Connor Ingram, llamado desde la AHL, fue una "roca" —en palabras de McDavid— deteniendo 18 disparos y brindando la seguridad necesaria para que la ofensiva operara con libertad.
La frustración de Calgary fue evidente. "Siento que les dimos demasiado espacio, especialmente a través de la zona neutral", lamentó el entrenador de los Flames, Ryan Huska. "Si tienen espacio para patinar y nadie está frente a ellos, son los mejores jugadores del juego. Son peligrosos".
Con este resultado, los Oilers mejoraron su récord a 19-13-6, sumando 44 puntos y cerrando una racha de 8-2-1 en sus últimos 11 compromisos. Esta victoria los coloca en un triple empate técnico por la cima de la División del Pacífico junto a los Anaheim Ducks y los Vegas Golden Knights, confirmando que la maquinaria de Edmonton está lista para la segunda mitad del calendario.
"Miras la forma en que el equipo está patinando ahora, ganando muchos más juegos y todo comienza con esos dos", comentó Knoblauch sobre su dúo estelar. "Durante tres o cuatro semanas han estado realmente encendidos... están muy por encima de todos los demás".
McDavid, siempre con la mira puesta en el objetivo mayor, cerró la noche con una proyección optimista hacia el futuro inmediato del club: "Es una gran oportunidad para nuestro grupo. Estamos en casa la mayor parte de enero y no volvemos a ir al este. Nos hemos quitado muchos viajes difíciles de encima. Estamos sanos. Sólo estamos más sanos. Un poco de descanso, y me gusta hacia dónde puede ir nuestro grupo. Este es un mes importante para nosotros".
Con la pausa festiva en curso, la Batalla de Alberta tendrá su segundo asalto inmediato cuando los Oilers viajen al sur para visitar a los Flames en Calgary el sábado.