La noche del viernes en el Honda Center fue una para el olvido en el reciente historial de los Anaheim Ducks, quienes al término del segundo periodo de su juego del 19 de diciembre ante los Dallas Stars ya tenían a cuestas un déficit de 7-1 y acabaron perdiendo por marcador de 8-3.
Pero vaya diferencia que puede haber 24 horas después y con un gol en la recta final del tercer periodo por parte del joven defensa ruso Pavel Mintyukov, los Ducks superaron por 4-3 en el Honda Center a los Columbus Blue Jackets para darle la vuelta a la página.
Este resultado confirma que lo sucedido el viernes por la noche ante Dallas fue un accidente y que es el tipo de juego que se puede considerar como la excepción y no la regla en medio de lo que ha sido una temporada tan sólida y consistente que, en combinación con la derrota de los Vegas Golden Knights el sábado por la noche ante Calgary, los Ducks recuperan la cima de la División del Pacífico con marca de 21-13-2 (44 puntos), con dos unidades más que sus rivales del vecino estado de Nevada.
“Estuvo feo”, dijo el entrenador en jefe de los Ducks, Joel Quenneville el sábado. “Les doy crédito a los Stars, saben hacer jugadas. Sin duda, se salieron con la suya toda la noche”.
Lo del sábado fue una historia completamente diferente, pues mientras el viernes frente a los Stars las cosas empezaron mal, con diferencia de 4-1 en contra al final del primer periodo, los goles de Mikael Granlund a los 2:14 y de Jacob Trouba a los 3:00 ayudaron a que los locales recuperaran la confianza después de una jornada repleta de frustración que incluso acabó con una multa para Frank Vatrano por un golpe tardío a Jason Robertson en el tercer periodo.





















