La actual temporada ha sido muy retadora para los Columbus Blue Jackets, equipo que con marca de 15-15-6 (36 puntos), salpicada por la inconsistencia, ha batallado para hallar una identidad y tomar el ritmo que le permita ponerse en posición de pelear por un boleto a los playoffs, un escenario que no consigue la organización desde 2020.
El pasado 19 de diciembre, en un movimiento que pareció ser bastante discreto y sin levantar demasiadas olas, los Blue Jackets llevaron a cabo un canje con el Seattle Kraken en el que obtuvieron al veterano delantero Mason Marchment, de 30 años, a cambio de dos futuras selecciones del draft, una de segunda ronda para 2027 y otra de cuarta ronda para 2026.
Marchment debutó con un gol en su primer partido con el uniforme de los Blue Jackets el pasado sábado en la derrota por 4-3 ante los Anaheim Ducks, pero la noche del lunes, demostró su valía y con dos goles anotados en Power Play fue clave en la victoria por 3-1 frente a los LA Kings en la Crypto.com Arena, un triunfo que da confianza al equipo y con la que toman la pausa navideña con el mejor ánimo, pensando en una segunda mitad de la temporada más sólida.
“Hicimos muchas cosas bien defensivamente, reforzando el ataque y evitando, ya sabes, los contragolpes en desventaja numérica, porque estábamos haciendo lo correcto al defender”, dijo el entrenador en jefe de Columbus Dean Evason. “Necesitamos hacer eso todas las noches”.



















