En un duelo en el que se esperaba que las emociones estarían a flor de piel por los reencuentros en la portería, fue Leon Draisaitl quien terminó robándose el espectáculo, logrando un hito histórico de la manera más grandiosa posible y liderando el triunfo de los Edmonton Oilers 6-4 sobre los Pittsburgh Penguins en la PPG Paints Arena.
Aportando cuatro asistencias, el delantero alemán superó los 1,000 puntos de por vida en la NHL, arrebatándole momentáneamente los reflectores a Tristan Jarry y a Stuart Skinner, porteros que fueron intercambiados el uno por el otro apenas cinco días atrás, y que se enfrentaron en el primer duelo ante sus antiguos equipos en una circunstancia casi inédita en la liga.
Pero como ha quedado demostrado a lo largo de la última década, es difícil mirar a los Oilers y no hablar de Draisaitl o Connor McDavid —quien también hizo lo suyo para elevar a su club a su sexta victoria en sus últimos 10 partidos (6-3-1), consolidando un resurgimiento vital en la tabla de posiciones.





















