Estados Unidos cerró de una manera tanto imprevista como indeseada su participación en la fase del Round Robin del 4 Nations Face-Off la noche del lunes en el TD Garden en Boston al caer por 2-1 ante Suecia, pero hay otra cosa que ocupa mayormente a los de las barras y las estrellas: el juego del jueves por la noche ante Canadá por toda la gloria.
Después del electrizante encuentro del sábado en el Centre Bell de Montreal entre Estados Unidos y Canadá, que acabó con triunfo de 3-1 de los estadounidenses, que incluyó tres peleas en los primeros nueves segundos del cotejo, grandes goles, golpes determinantes y una reafirmación de la rivalidad en el hielo entre ambas naciones, la mesa está puesta para un jueves de alarido en el marco de la Final.
Pese a que EEUU se puso adelante en el marcador, a los 35 segundos del faceoff inicial, con el gol de Chris Kreider, quien debutó en el torneo para los de las barras y las estrellas, los suecos empataron a los 13:39 con anotación de Gustav Nyquist, y le dieron la vuelta al marcador a los 19:04 con el tanto de Jesper Bratt. Esa fue el resumen de goles y la ansiada final se consumó.
“Lo único que pasó por mi mente es que el primer juego (entre canadienses y estadounidenses) fue un gran partido de hockey”, dijo Mike Sullivan, entrenador en jefe de Estados Unidos. “Creo que es genial para el hockey que haya una oportunidad de que estos dos equipos se vuelvan a ver las caras. Obviamente, ambos tienen jugadores estelares en su alineación y anticipo que el siguiente duelo será igual o más competitivo”.
No obstante, del lado canadiense, que se ganó su derecho a competir por el título del torneo tras vencer por 5-3 a primera hora a Finlandia, las cosas están siendo llevadas con más freno a las emociones, restando algo de morbo a lo que muchos esperaban fuera el duelo decisivo del certamen, dado lo acontecido la primera vez que ambos equipos se vieron las caras.