Cuando la NHL anunció que en 2025 no habría un fin de semana de las estrellas y que el Juego de Estrellas tomaría una pausa para dar lugar a la celebración de un evento llamado 4 Nations Face-Off, las dudas y las especulaciones comenzaron a aflorar y hasta unos días antes del inicio del torneo un velo de misterio cubría lo que podría suceder.
Tener a Damien Woody, un liniero ofensivo en el retiro, dos veces ganador del Super Bowl con los New England Patriots y con una carrera de 12 años en la NFL, a Stephen A. Smith, uno de los analistas deportivos más reconocidos, y uno de los más controversiales, hablando de hockey junto con el ex jugador de la NHL y analista P.K. Subban, elogiando el evento y sus alcances, brinda panorama de cómo resultaron las cosas.
“A la hora del partido estaba viajando en un avión y cuando me levanté de mi lugar al baño, me di cuenta de que todos en ese avión estaban viendo el juego (la Final entre Estados Unidos y Canadá por el título del 4 Nations)”, reveló Smith.
Dicho sea de paso, para dar un panorama más amplio de los alcances, se viralizó en las redes sociales una videollamada en la que hablan Matthew Tkachuk, delantero de Estados Unidos, con el exjugador de la NBA y analista de TNT Charles Barkley en el vestidor estadounidense previo a la Final, conversación en la que el legendario ‘Chuck’ era felicitado por su cumpleaños 62, un abierto aficionado al hockey siendo una referencia de otro deporte.
Peleando con un evento titánico como el Fin de Semana de las Estrellas de la NBA, en una jornada en la que se llevan a cabo el concurso de habilidades, el concurso de triples y el concurso de clavadas, el juego entre Estados Unidos y Canadá del Round Robin del 4 Nations irrumpió y emergió como el evento obligado para verse el sábado pasado, con tres peleas en los primeros nueve segundos del juego, un inicio explosivo por decir lo menos, acaparó los reflectores.
“Sí, la verdad es que hubo muchas preguntas antes del evento. ‘¿cómo sería, cómo se sentiría, sería como un Juego de Estrellas? ¿Cómo lo iban a tomar los jugadores?’”, se cuestionó Sidney Crosby, capitán de Canadá en el torneo. “Y yo creo que esas preguntas se respondieron muy pronto, solo en la primera noche contra Suecia. Ustedes vieron la pasión y las cosas empezaron a escalar y a escalar y ustedes vieron la atención que atrajo en la gente, obviamente en Canadá tenemos mucho orgullo por el juego”.
Es verdad que los protagonistas de este torneo fueron casi en su totalidad jugadores que pertenecen a rosters de los 32 equipos en la NHL, pero a la hora de saltar al hielo el uniforme que tenían puesto era el de su país, ya fueran suecos, finlandeses, canadienses o estadounidenses y a la hora de verse al espejo, el orgullo fue lo primero en aflorar, un ingrediente que le añadió un sazón especial al evento.