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La mesa está servida para el plato fuerte del 4 Nations Face-Off.

La gran final del torneo será testigo de un nuevo capítulo de un clásico histórico, cuando Canadá y Estados Unidos miden fuerzas el jueves a las 8 p.m. (hora del este de Estados Unidos) desde el TD Garden de Boston.

Será la revancha del partido del sábado, cuando los estadounidenses salieron victoriosos en el Bell Centre de Montreal, en un partido de la primera ronda en el que se vivió un ambiente eléctrico y de muchas emociones. Sin embargo, para el equipo de las barras y las estrellas, el duelo tendrá un factor diferente ahora, más allá del hecho de definir al campeón y de jugar en territorio del país.

Las lesiones han venido afectando la planificación de los dirigidos por Mike Sullivan, quien confía plenamente en tener la profundidad necesaria para levantar la corona.

Uno de los golpes más duros para el equipo fue la baja confirmada de Charlie McAvoy, quien no podrá estar en la final ante Canadá. Su ausencia deja un vacío en la defensa, pero el equipo ha encontrado en Jake Sanderson una pieza clave para ocupar ese lugar.

Sanderson, quien jugó su primer partido del torneo el lunes, sabe que tendrá una gran responsabilidad en el partido más importante del torneo. También entiende lo difícil que es perder a un jugador como McAvoy, alguien que ha sido una pieza fundamental en la estructura del equipo a lo largo del torneo.

Estados Unidos superó a Canadá en aguerrido encuentro

“Sí, es una lástima por Charlie”, dijo Sanderson. “Es realmente desafortunado. No sé exactamente cómo sucedió, pero él llegó a este torneo y dio todo lo que tenía. Es una de las razones por las que estamos en la final”.

El joven defensa tuvo un buen desempeño en el partido anterior, lo que genera confianza en el cuerpo técnico y en sus compañeros de equipo de cara a la final. A pesar de la presión que representa jugar en un escenario tan grande, se siente listo para el reto.

“Fue increíble. Mi mamá voló para verme, así que tuve algo de familia ahí. Obviamente, fue difícil perder [2-1 ante Suecia] pero fue un ambiente muy especial en el hielo. Estoy muy emocionado de estar aquí”, comentó sobre su debut en el torneo.

Sullivan también reconoció la importancia de McAvoy, pero dejó claro que el equipo cuenta con la profundidad necesaria para suplir su ausencia y competir al más alto nivel en la final.

“Es difícil. Charlie es un jugador increíble y una gran parte de este equipo. Ha jugado extremadamente bien durante todo el torneo. Cuando pierdes jugadores de ese calibre, no es fácil reemplazarlos”, dijo Sullivan. “Sabemos lo mucho que significaba este torneo para él y lo emocionado que estaba por jugarlo. Pero tenemos jugadores capaces y mucha profundidad en todas las posiciones. Será una oportunidad para que otros den un paso al frente”.
Sanderson es una de esas opciones que el equipo necesita. Sullivan confía en que su estilo de juego encaja bien con las exigencias de la final.

“Es un jugador móvil, se defiende muy bien y usa su patinaje y su bastón de manera efectiva. Tiene una gran inteligencia de hockey, aporta ofensivamente y es muy activo en el juego. Nos gusta mucho su estilo y creemos que es una estrella emergente en esta liga. Jugó extremadamente bien para nosotros la noche anterior”, explicó el entrenador.

En el vestuario estadounidense, la confianza en Sanderson es total. Brock Nelson destacó su desempeño en el partido del lunes y lo que puede aportar contra Canadá en la final.

“Es difícil perder a un tipo como Charlie”, expresó Nelson. “Le deseamos lo mejor y una pronta recuperación. Es una gran parte de nuestro equipo y jugó un papel clave el sábado con su físico y su fortaleza defensiva. Pero creo que Sanderson hizo un gran trabajo anoche. Es un tipo joven, con mucha energía y un gran control del puck. Hizo un par de buenas jugadas y tuvo algunas oportunidades ofensivas. Se vio cómodo ahí afuera y esperamos más de lo mismo en la final”.

Matt Boldy también respaldó a Sanderson y su capacidad para asumir un rol mayor en la final.

“Sí, es una lástima que Charlie esté fuera, pero Jake es un absoluto fenómeno. La forma en la que patina, cómo corta jugadas, su fortaleza defensiva y ofensiva… hace de todo. Tenemos mucha confianza en él”, afirmó Boldy.

Boldy desvía tiro de Faber y anota

Además de la baja de McAvoy, Estados Unidos llega a la final con otras preocupaciones en el estado físico de algunos jugadores clave. Auston Matthews, los hermanos Tkachuk y Vincent Trocheck han lidiado con molestias, pero la mentalidad dentro del equipo es clara: en un partido de vida o muerte, harán todo lo posible por estar en el hielo.

“Sabemos que es como un Juego 7, un partido de playoffs, un momento de vida o muerte”, dijo Boldy. “Esperamos que todos estén lo suficientemente bien para jugar. Estoy seguro de que están haciendo todo lo posible para estar listos”.
Hanifin también destacó la resiliencia del grupo y la importancia de contar con unos días para recuperarse antes del choque decisivo.

“Creo que estamos confiados. Tenemos unos días para reagruparnos, recuperarnos y asegurarnos de que los muchachos estén donde deben estar”, dijo Hanifin. “Ya nos estamos preparando mentalmente para el jueves. Tuvimos un gran partido contra ellos el sábado pasado y sabemos que será un juego cerrado, con muchas emociones”.

La final entre Estados Unidos y Canadá será la primera vez que ambos equipos se enfrenten en un partido por el título en un torneo internacional de élite desde los Juegos Olímpicos de 2010, y apenas la segunda vez que lo hacen en suelo estadounidense, tras la final de Salt Lake City 2002.

Para Estados Unidos, el reto es claro: superar las adversidades, mantener la intensidad y confiar en el talento que tienen dentro del equipo. La oportunidad de conquistar un título internacional de primer nivel está en sus manos, y los jugadores están listos para el desafío.

“Representas a tu país. Es algo más grande que uno mismo, y quieres ganar”, concluyó Nelson. “Probablemente este sea el partido más grande en la carrera de muchos de nosotros”.

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