Esto significa que Edmonton jugó al parejo de su experimentado rival en el renglón de lo físico, emulando el estilo que ha hecho exitosos a los Panthers y con el que pretenden revalidar el título.
Después de perderse toda la temporada regular a causa de una cirugía en la rodilla, el delantero Evander Kane logró rehabilitarse y ponerse a tono para volver con los Oilers al comienzo de los playoffs y su presencia ha sido un catalizador del juego físico de Edmonton. Con nueve golpes en el Juego 1, el canadiense lideró a su equipo en ese rubro y da a entender que esa intensidad no bajará el resto de la serie.
“Es decir, creo que hicimos un gran trabajo anoche. ¿Sabes? No nos metimos mucho en problemas después de los silbatazos”, dijo Kane en la rueda de prensa de este jueves. “Creo que entre silbatazos mantuvimos el ritmo y como hemos demostrado que somos un equipo que va a jugar duro a lo largo de la serie. Y solo por el hecho de estarnos enfrentando a Florida, eso no va a cambiar”.
Pensando que todos los equipos que se quedan cortos en una Final de la Stanley Cup tienen una sed de revancha, los Oilers no fueron la excepción y, como también los equipos que la ganan tienen el ferviente deseo de ganarla de nuevo, los ingredientes para una revancha estaban flotando en el aire durante una larga parte de la campaña y cuando comenzaron los playoffs las probabilidades de un duelo Edmonton vs. Florida 2.0 se iban haciendo más latentes.
Pensando en que ese escenario pudiera darse, el equipo de Alberta sabía que para poder competir con un equipo que tiene como sello el juego físico para ir minando la confianza de sus rivales, era necesario prepararse para poder presentarse en igualdad de condiciones, una teoría que, al menos después del primer juego, está cobrando fuerza.
“Bueno, obviamente nuestro equipo está más sano este año que el pasado”, dijo el defensa de los Oilers Darnell Nurse el jueves en un encuentro con los medios. “El nuestro es un equipo que se construyó para tener un físico fuerte y demás, pero que no le teme a ese estilo. Así que, desde luego, jugamos contra un rival muy bueno y que aporta ese tipo de juego físico cada noche y tenemos que buscar empatar eso”.
Pero para Nurse no solo se trata de igualar algunas cualidades que han hecho de Florida un contendiente difícil de vencer por las características de juego que implementa y, la mayor parte del tiempo, trata de imponer a sus rivales, sino también de abrazar la naturaleza de un duelo así y de aceptar el reto de lo que implica medirse ante un oponente que juega con los dientes apretados.
“Sí, creo que sí, creo que para nosotros, es simplemente jugar entre silbatos y jugar duro y ser físicos. Obviamente, hay un nivel de, probablemente, astucia que ocurre, y eso no es solo en esta serie sino durante todos los playoffs y en cualquier serie, cuando juegas contra equipos de entre cuatro y siete juegos, habrá esos momentos”, dijo Nurse.
Y añade el defensa: “Nuestro grupo es de un tipo y tiene un estilo de juego con el que nos sentimos muy cómodos jugando. Y obviamente ellos también lo son con Florida y lo hace muy bien, pero creo que nuestro grupo también disfruta haciéndolo”.
Probablemente uno de los arquitectos (con mayor influencia) de la construcción de un roster más ad hoc para medirse de tú a tú ante un equipo como Florida, que ha marcado el estándar en los años recientes de lo que funciona para navegar lejos y profundo en los playoffs, es el propio entrenador en jefe de los Oilers, Kris Knoblauch, quien admite que los cambios efectuados antes de la fecha límite de canjes este año y las piezas adquiridas en la agencia libre estaban orientadas a eso, a presentar un equipo más blindado.