La relación de los Toronto Maple Leafs con las primeras rondas de los Playoffs de la Stanley Cup ha sido bastante complicada en los últimos años, ya que en siete de las últimas ocho ocasiones, es ahí en donde han sido eliminados. Y al remontarse más hacia el pasado, desde 1994 Toronto sólo ha podido ganar dos rondas de postemporada, a pesar de haber clasificado 17 veces a esta instancia en ese lapso.
Sin embargo, si un juego sirve de augurio de lo que pudiera ocurrir en la versión de 2025, podría decirse que los Maple Leafs están bien encaminados para romper con esa desafortunada tradición.
Los dirigidos por Craig Berube vencieron con contundencia el domingo a los Ottawa Senators en el primer encuentro de la primera ronda de los Playoffs de la Stanley Cup en la Scotiabank Arena con marcador de 6-2. Pero más allá del abultado resultado, hay un aspecto que genera aún más optimismo en las filas de Toronto: El Power Play.
La falta del mismo fue clave para la temprana eliminación de Toronto el año pasado a manos de los Boston Bruins, ante quienes sólo pudieron ligar un gol en 21 oportunidades en ventaja numérica en aquella ocasión. Una campaña más tarde, en el primer partido ante los Senators en los playoffs, el equipo logró anotar tres tantos de este estilo.
Y es que Power Play no sólo funcionó para Toronto, sino que fue el motor de una explosión ofensiva crucial.
Toronto tomó la delantera en el primer período con goles de Oliver Ekman-Larsson y Mitch Marner, mientras Ottawa descontaba con uno, para irse al primer descanso con ventaja de 2-1. Sin embargo, fue a partir del segundo acto donde la ventaja numérica marcó diferencias cruciales. John Tavares anotó el primero de los tres goles en Power Play de Toronto en ese período, seguido por William Nylander, quien también capitalizó con hombre extra. Matthew Knies completaría la dominante exhibición del Power Play (de 6-3) con otro tanto de este tipo en el tercer período, sellando una jornada clave en esa faceta.