Uno de los mejores defensas de la NHL tiene un nuevo hogar. El viernes, en un movimiento asombroso, los Vancouver Canucks traspasaron a Quinn Hughes al Minnesota Wild. A cambio de traspasar a su capitán, Vancouver recibió a los delanteros Marco Rossi y Liam Ohgren, al defensa Zeev Buium y una selección de primera ronda en el Draft de la NHL de 2026.
“Definitivamente no es un día fácil para la franquicia. Quinn Hughes ha sido una parte muy importante de la organización, una gran persona y un gran jugador de hockey, y tiene muchos récords”, dijo el gerente general de Vancouver, Patrik Allvin. “Es un día muy, muy difícil, pero también estamos entusiasmados con lo que recibimos a cambio: los jugadores que llegaron, los jugadores jóvenes, y vamos a seguir construyendo con ellos desde Minnesota”.
Hughes está en la quinta temporada de un contrato de seis años por 47.1 millones de dólares (valor promedio anual de 7.85 millones) que firmó el 3 de octubre de 2021, y puede convertirse en agente libre sin restricciones después de la temporada 2026-27. Al llegar a la conclusión de que el defensa de 26 años y su agente no pretendían llegar a un acuerdo para una extensión, la gerencia de Vancouver optó por llevar a cabo el movimiento para maximizar el valor del jugador y asegurarse de recibir una buena recompensa.
“Este proceso lleva ya un tiempo. Desde hace alrededor de un año y medio teníamos la sensación de que Quinn probablemente no se quedaría aquí después de que terminara este contrato, pero no hubo nada concreto hasta, probablemente, el campamento de entrenamiento o esta temporada baja, cuando parecía casi 100% seguro que no lo haría”, explicó el presidente de operaciones de hockey de los Canucks, Jim Rutherford.
“Así que sentimos que, para tener algún tipo de ventaja y no quedar arrinconados con un solo equipo y esperar hasta la fecha límite de traspasos o hasta el próximo verano, intentar cerrar un acuerdo en diciembre o en la primera mitad de enero nos daría la mayor ventaja posible. Por eso el proceso realmente comenzó hace un par de semanas”.
“Hubo diferentes equipos que preguntaron, con los que hablamos y que hicieron ofertas. Y luego, de la nada, en los últimos cinco a siete días, recibimos una llamada de Minnesota, de Bill Guerin, diciendo, ‘Estoy leyendo todo esto. ¿Hay alguna posibilidad de que nosotros entremos en la conversación?’. Yo fui quien habló con Bill, y le dije que se sintiera libre de sumarse, pero que las probabilidades estaban en su contra, basándonos en los criterios de Quinn”, agregó Rutherford.




















