Desde su fundación oficial en 1917, La National Hockey League se ha convertido en una de las cinco ligas más grandes del deporte profesional en América del Norte y con el pasar de cada temporada, nuevos mercados se suman a la afición, al tiempo en el que son más los jóvenes que se agregan a la práctica de esta disciplina. Por ello, NHL.com/es, presenta las conexiones existentes entre el hielo con personalidades fuera de la pista y esta entrega, destaca la perspectiva de una de las nuevas voces cubanas del periodismo digital.
El camino de Henry Morales hacia el periodismo deportivo no siguió una línea recta y quizás por eso, conecta tan bien con un deporte tan exigente y poco convencional como el hockey sobre hielo. Nacido en La Habana Vieja de Cuba, su formación académica estuvo marcada por un sistema que no siempre permite elegir libremente el futuro profesional.
En el año en que Morales aspiraba a ingresar a la universidad, solo existían cinco plazas para la carrera de Periodismo entre más de 150 mil aspirantes. El margen era mínimo. No logró acceder y, en su lugar, cursó la licenciatura en Ciencias del Deporte, una decisión condicionada por el sistema, pero que con el tiempo terminaría convirtiéndose en una base sólida para su crecimiento profesional.
“En Cuba no estudias necesariamente lo que quieres”, explica Morales. “Existe una especie de ranking estatal y tú vas escogiendo en función del lugar que ocupes.” Lejos de rendirse, entendió que su vocación no dependía de un aula ni de un título específico. Tras graduarse, comenzó a formarse de manera independiente, trabajando como freelance, tomando cursos y construyendo su propio camino. “Después de salir de la universidad empecé a hacer mis cosas, a superarme, a buscar espacios. Al final terminé ejerciendo la profesión que hoy amo.”
Hoy, desde Las Vegas, Henry Morales es comunicador deportivo, creador de contenido y una voz activa en el periodismo digital, con un enfoque claro en dar visibilidad a atletas hispanos que muchas veces no tienen espacio en los grandes reflectores. Ese trayecto, marcado por constancia y adaptación, guarda un paralelismo natural con el hockey sobre hielo.
























