La noche del lunes los Florida Panthers decidieron romper la tesitura de los dos primeros partidos de la Final de la Stanley Cup de 2025 ante los Edmonton Oilers, caracterizados por su paridad, y en un encuentro que pudiera convertirse en el punto de inflexión en la serie, por su naturaleza de dominio cargado completamente de un lado, los campeones vigentes de la NHL acabaron imponiéndose por un amplio marcador de 6-1 para tomar ventaja de 2-1.
Seis jugadores diferentes de los Panthers encendieron la lámpara y cuatro lograron sumar dos puntos, exhibiendo una profundidad en lo que a la producción se refiere y contra la que los Oilers no tuvieron ningún antídoto, y esa es apenas una manera de leer el Juego 3 y del porqué se inclinó en favor de los locales en el modo en el que sucedió.
Florida generó 11 oportunidades en el power play y aunque solo pudo capitalizar tres, eso fue suficiente para sacarle partido a un encuentro en el que los minutos de penalización fueron algo para destacar, pues el Juego 3 de la Final de la Stanley Cup de 2025 impuso una marca de 140 minutos de castigo conjunto entre ambos equipos, eclipsando y por mucho el anterior récord en el Juego 4 de la Final de 1986 entre los Montreal Canadiens y los Calgary Flames que era de 90.
“Creo que nos fue muy bien, sobre todo en el primer periodo, considerando todos los castigos que hubo, pero nos apegamos a nuestro juegos y salimos adelante”, dijo el capitán de Florida Aleksander Barkov. “Es difícil tomar ritmo con un partido lleno de castigos, pero a veces las cosas son así y debemos saber manejarlo”.
Los Panthers acabaron con ventaja de 2-0 el primer periodo gracias a los goles de Brad Marchand y de Carter Verhaeghe, y aunque los Oilers reaccionaron con el tanto de Corey Perry en el segundo periodo para recortar la distancia a 2-1, Florida anotó cuatro goles sin respuesta en un partido que tuvo sensaciones de ser totalmente inclinado de un lado más allá del marcador.