El año pasado, una de las principales razones de por qué los Edmonton Oilers perdieron dos de los primeros tres juegos de la Final de la Stanley Cup fue por su nula efectividad en la unidad de Power Play. El equipo del oeste de Canadá se fue cero de 10 en sus oportunidades jugando con la ventaja numérica en este tramo.
Para esta Final de la Stanley Cup 2025, las cosas han sido un poco distintas. Edmonton ganó el Juego 1 en tiempo extra con un gol de Power Play de Leon Draisaitl. Sin embargo, tras dos partidos en la serie al mejor de siete, los Oilers siguen batallando para aprovechar la ventaja numérica en un duelo que está generando muchas jugadas de Power Play debido al juego físico que están empleando ambos equipos.
En total, hasta el momento, Edmonton solo ha aprovechado dos de sus 10 oportunidades de Power Play. Esta poca efectividad perjudicó al club en el Juego 2 del viernes. Los Oilers cayeron por un marcador de 5-4 en el doble tiempo extra y se fueron uno de seis jugando con la ventaja numérica. En el segundo período, incluso cedieron un gol a la unidad de eliminación de penalidades de Florida.























