Este domingo 2 de noviembre, el Honda Center de la ciudad de Anaheim, vivirá una experiencia vibrante y llena de cultura mexicana, cuando los Ducks celebren el Día de Muertos, recibiendo a los New Jersey Devils. El equipo ha preparado una serie de actividades que honran una de las tradiciones más emblemáticas de México, con el propósito de celebrar la vida, la memoria y la conexión con la comunidad hispana del sur de California.
Los primeros cinco mil aficionados que lleguen al recinto recibirán un poncho conmemorativo inspirado en el Día de Muertos y los colores tradicionales de México, cortesía de la marca HERDEZ. Esta pieza especial llevará la frase “Vamos Patos” y se suma a la colección de artículos únicos que el club ha diseñado para esta jornada cultural.
La música y la danza también tendrán un papel protagónico en esta celebración. El reconocido Mariachi Nuevo Jalisciense interpretará el himno nacional y realizará presentaciones durante todo el encuentro, luciendo trajes naranjas diseñados especialmente para la ocasión. A su vez, el grupo folclórico Relámpago del Cielo llenará de color los pasillos, las gradas y el Impact Club con bailes típicos que reflejan la riqueza cultural mexicana.
En distintos espacios del Honda Center se instalarán ofrendas dedicadas a ex jugadores de los Ducks y a miembros de la comunidad local. Además, el artista José Ortiz, en colaboración con Tequila Herradura, realizará una pintura en vivo que rendirá tributo al arte y la creatividad mexicana.
Como parte de la integración comunitaria, el club ofreció precios especiales en boletos a programas y festivales hispanos locales. La ceremonia previa al partido contará con la participación del peleador número 8 en el ranking de la UFC, Brian Ortega, quien es un orgulloso mexicanoamericano, nacido y criado en el sur de California, con raíces familiares en Hermosillo, Sonora, México. Ortega, tendrá el honor de presionar el botón del tradicional "Take Flight" antes del inicio del juego. Con esta jornada especial, los Anaheim Ducks no solo celebran un partido, sino también una tradición que une generaciones y culturas, reafirmando su conexión con la comunidad latina que forma parte esencial del espíritu de Anaheim.



























