Los Florida Panthers están de regreso en la Final de la Stanley Cup, algo que se ha hecho costumbre durante los últimos tres años, pero detrás de esta tradición ganadora existe una historia que merece ser contada, debido a que representa la visualización positiva de un grupo de propietarios, de una gerencia enfocada en ganar, de un entrenador motivado y unos jugadores que decidieron rendirse nunca.
Y es que parece difícil de creer que fue hace menos de una década cuando los Florida Panthers contaban con muchos asientos ‘rojos’ en su arena y no precisamente por el color de las sillas, sino por la gran cantidad de lugares vacíos; sin embargo, la franquicia evolucionó al punto de estar a la puertas de convertirse en la nueva dinastía de la NHL, aunque al menos en la Conferencia Este ya han alcanzado ese estatus.
Después de atravesar una dura época por la pandemia del COVID-19, el mes de septiembre de 2020 resultó ser el inicio de una transformación de ideología y deportiva, que logró cambiar las metas de un equipo que no sólo se conforma con llegar a los playoffs, pues ganar la Stanley Cup dejó de ser un sueño para convertirse en una meta real. ¿La razón de este cambio? La llegada de Bill Zito como gerente general.
Florida se mantuvo en la pelea durante los dos primeros años de Zito, pero previo a la temporada 2023, el directivo cambió la historia al traer a Paul Maurice como entrenador y luego logró una de las transacciones más cruciales de la franquicia en su historia: al adquirir al delantero Matthew Tkachuk.
Tras ganar la Conferencia Este, Zito fue promovido a Presidente de Operaciones de Hockey en abril de 2024 y dos meses después, los Panthers alzaron la Stanley Cup por primera vez desde su fundación.























