Conexiones fuera del hielo: Palabras de una leyenda 

Desde su fundación oficial en 1917, La National Hockey League se ha convertido en una de las cinco ligas más grandes del deporte profesional en América del Norte y con el pasar de cada temporada, nuevos mercados se suman a la afición, al tiempo en el que son más los jóvenes que se agregan a la práctica de esta disciplina. Por ello, NHL.com/es, presenta las conexiones existentes entre el hielo con personalidades fuera de la pista y esta entrega, destaca la perspectiva de una mujer que trasladó sus metas en hechos, para convertirse en una gloria olímpica.

Misty May-Treanor sabe lo que significa construir un legado que trasciende el campo de juego. Su nombre está marcado en la historia con tres medallas de oro olímpicas consecutivas; Atenas 2004, Beijing 2008 y Londres 2012, múltiples títulos mundiales y una carrera que no solo elevó el nivel del voleibol de playa, sino que inspiró a generaciones enteras.

Hoy, lejos de la arena que la vio conquistar el mundo, Misty encuentra un espacio familiar en otro deporte lleno de intensidad, comunidad y valores similares: el hockey. Más específicamente, en los Anaheim Ducks. Y es que para la atleta estadounidense, la conexión entre deportistas, aunque pertenezcan a disciplinas muy distintas, nace en un terreno común que solo quien compite entiende.

"Creo que la conexión entre los atletas es similar en cualquier plataforma. Todos hablamos un lenguaje parecido de trabajo duro, sacrificios, subidas, bajadas y trabajo en equipo. De atleta a atleta, nos respetamos porque conocemos lo que implica el esfuerzo del otro. También sabemos lo valioso que es tener fanáticos y una base que te apoye, o al menos deberíamos saberlo. Sin nuestros fanáticos, solo seríamos jugadores practicando un deporte que amamos, pero sin compartirlo ni inspirar a otros. Lo que hace increíble a la comunidad de los Ducks es que realmente se comporta como una comunidad. Los fanáticos y la organización se unen alrededor de los atletas de todo tipo y nos dan la bienvenida como si fuéramos parte de su familia."

Una comunidad que abraza y educa

Ese sentido de familia no solo se queda en las gradas del Honda Center. Misty destaca el compromiso de los Ducks y de la familia Samueli con el condado de Orange, donde el equipo impulsa programas escolares, actividades deportivas accesibles y eventos que acercan el hockey a los niños, aunque quizás nunca hayan patinado en el hielo.

Ella lo vivió en carne propia cuando Wild Wing, la mascota del equipo, llegó a la escuela de sus hijas durante un evento de recaudación de fondos, que lleva el nombre de Jog-A-Thon en el que los estudiantes corren vueltas para apoyar a su colegio.

"Los niños estaban fascinados. Pensaban que era lo más increíble porque no todos los que van a los partidos pueden darle un cinco o interactuar con Wild Wing. Su presencia en la escuela fue una locura para ellos. Eso crea una conexión real." El acercamiento a la comunidad también llega a las familias que asisten a los juegos. Misty lo cuenta con el entusiasmo de una aficionada más.

"La organización siempre nos ha recibido con los brazos abiertos y disfrutamos muchísimo el ambiente cuando vamos a los juegos. Con el hockey nunca hay un momento aburrido: desde las presentaciones, hasta golpear el vidrio para llamar la atención de los jugadores, pasando por las sirenas cuando se anota. Hemos tenido experiencias especiales, como cuando John Gibson (ex portero del equipo) les dio dos palos a mis hijas para que no pelearan por uno solo. O cuando mi hija pudo presionar los botones de la cabina del DJ. Pensó que era lo más cool del mundo."

Competir sin reservas: la mirada de una leyenda

Para alguien que entrenó al nivel más alto durante años, Misty observa el hockey desde una perspectiva de respeto profundo. Tras acompañar la carrera profesional de su esposo, el ex jugador en el béisbol de Grandes Ligas, Matt Treanor, así como conocer la rutina extenuante del atleta, ve un espejo claro entre el hielo y su deporte.

"Es impresionante ver los matices de cada disciplina. Con mi esposo, pude ver de cerca cómo evoluciona una temporada larga. El hockey es parecido: pocos días libres, muchos viajes, cientos de juegos, vivir en un hotel, estar lejos de tus hijos y familia. Mentalmente, es duro estar 'prendido' todo el tiempo, enfocado y en modo competitivo día tras día."

Pero también el aspecto físico también la impactó: "Físicamente, el hockey es muy rudo. Además de tener que mantenerte de pie sobre el hielo, recibes golpes contra las tablas, y los porteros acaban en posiciones comprometedoras. Deben estar increíblemente en forma para soportar ese castigo. Todos entran y salen de la pista muy rápido; todos tienen que estar atentos, conectados con lo que ocurre. Eso puede ser agotador mentalmente."

Ante tales características Misty considera que el éxito siempre queda en manos del grupo. "En el voleibol, como en el hockey, lo que marca la diferencia son los equipos que saben manejar el estrés. Los que lo controlan, permanecen competitivos al nivel más alto." Y es de esa manera que envía un mensaje que supera cualquier actuación reflejada en las hojas de estadísticas.

"Usé la cancha como un lienzo para mostrar el deporte que amaba. Siempre traté de jugar para quien no podía hacerlo, para inspirar a alguien a encontrar su grandeza, dentro o fuera del deporte. Espero que ese espíritu competitivo haga que la gente encuentre alegría, aunque sea por el poco tiempo que nos vieron jugar. Por eso lo digo siempre, no salgan del hielo, cancha o campo, diciendo ‘pude haber hecho más’, para mí eso simplemente significa que no lo diste todo."

Hockey y comunidad hispana: una oportunidad de identidad

Cerrando una amena conversación con NHL Español, la gloria estadounidense del voleibol olímpico, hizo mención al crecimiento de la afición latinoamericana alrededor del hockey, con un mensaje real, destacando que si bien existen elementos a considerar, la puerta debe mantenerse abierta para dar la bienvenida a un nuevo público.

"He viajado por todo el mundo, y creo que el hockey puede introducirse, pero depende mucho del entorno. Sé que puede ser un deporte muy caro. También influye que existen entornos donde otros deportes son predominantes y culturalmente más familiares. Eso puede tomar tiempo. Creo que los factores más complicados son el costo, los lugares donde jugar y el entorno. Pero no creo que sea imposible."

Y es allí, cuando aparece un elemento crucial para ese crecimiento: Hablarle a la comunidad en su idioma, algo que Misty no duda de su impacto. "Creo que sería divertido para el crecimiento tener transmisiones en español si se quiere llegar a cierto grupo o expandirse en esas regiones." Esa idea ya es una realidad en mercados como Vegas, Chicago, Los Ángeles.. Para Anaheim ubicado en un condado con gran número de familias latinas, ese puente podría ser natural.

Más allá de los números, récords y hazañas, Misty May-Treanor, la mujer, esposa y madre, mantiene un espíritu de solidaridad, ayuda al compañero y firme creencia sobre el éxito colectivo. Características que evidencia, al momento de ser consultada sobre una hipotética posición sobre el hielo, en caso de jugar al hockey. "Déjenme ser la ‘enforcer’, esa que mandan para defender a mis compañeras y yo entro. No me da miedo perder un diente. Pero de portera, no; hay que ser flexible, y yo no lo soy.", concluye con risas una de las atletas más grandes en la historia del deporte estadounidense y mundial.