Conexiones fuera del hielo: Un guerrero en Las Vegas

Desde su fundación oficial en 1917, La National Hockey League se ha convertido en una de las cinco ligas más grandes del deporte profesional en América del Norte y con el pasar de cada temporada, nuevos mercados se suman a la afición, al tiempo en el que son más los jóvenes que se agregan a la práctica de esta disciplina. Por ello, NHL.com/es, presenta las conexiones existentes entre el hielo con personalidades fuera de la pista y esta entrega, destaca la perspectiva de un hombre acostumbrado a luchar para conseguir sus objetivos.

Ernesto “Starboy” Rodríguez no solo representa la nueva generación de peleadores latinoamericanos en el mundo de las artes marciales mixtas (MMA), sino también el espíritu competitivo y luchador de Las Vegas, ciudad que adoptó como su hogar y donde ha forjado su carrera profesional.

Nacido en La Habana, Cuba, Rodríguez creció rodeado de sacrificio, disciplina y una determinación que lo impulsó desde niño a dedicarse por completo al deporte. “Desde pequeño hacía varios entrenamientos al día y mi esfuerzo era dedicado a que un día sería profesional”, recuerda. “Sabía que estaba dando un salto a lo más grande del deporte y que tenía que hacerlo de la mejor manera”.

Su historia, es la de un atleta que encontró en la lucha y el esfuerzo físico un propósito de vida. Desde sus primeros combates amateurs hasta consolidarse como profesional, Rodríguez ha sido fiel a la idea de que el éxito solo llega a través del trabajo constante. “Empecé desde muy pequeño, y es el único deporte que he hecho. Lo que más me apasiona es la adrenalina que crea al momento de pelear.”

Esa búsqueda de la perfección en el octágono lo llevó a Las Vegas, el epicentro mundial del combate, donde continúa desarrollando su carrera y donde el campeón del peso Welter en la división Tuff-N-Uff, también encontró una segunda pasión: el hockey sobre hielo. Para Rodríguez, Las Vegas no solo es su base de entrenamiento, sino también una fuente de inspiración. “Sé mucho sobre los Golden Knights, es mi equipo favorito de hockey y son un símbolo para toda la ciudad. Los residentes están muy orgullosos del equipo”, afirma con entusiasmo.

El peleador cubano vivió intensamente la conquista del primer título de la Stanley Cup por parte de los Vegas Golden Knights en 2023, una hazaña que, según él, marcó un antes y un después en la identidad deportiva de una ciudad que desde que el club debutó en la liga 2017, vive cada juego como algo más grande a un simple evento.

Amor por Vegas y respeto al hockey

Rodríguez asegura que el vínculo entre las MMA y el hockey va más allá del por el deporte. Lo considera una conexión natural entre dos disciplinas que exigen intensidad, coraje y una mentalidad de combate. “Ayuda mucho a los jugadores de hockey entrenar artes marciales mixtas y boxeo, ya que es un deporte muy difícil y agresivo, donde, a pesar de ser un juego en equipo, se permite el contacto físico y pelear uno con el otro hasta que uno caiga. La frase de ‘pelear con patines sobre hielo’ define perfectamente al hockey”, explica.

En su análisis, la exigencia física de ambos deportes se refleja en la preparación diaria y la resistencia mental. “La clave para esa preparación está en el entrenamiento. Sea el deporte que sea, tienes que estar dispuesto a darlo todo. La altura de Las Vegas también ayuda mucho al rendimiento físico y eso lo saben tanto los peleadores como los jugadores del equipo”, añade.

Su respeto por el hockey creció con los años, especialmente al ver cómo los Golden Knights se convirtieron en una referencia de orgullo local. Rodríguez destaca que, aunque el hockey aún no es muy popular dentro de la comunidad hispana, su atractivo está ganando terreno. “No es un deporte tradicional entre los latinos, pero tiene mucha aceptación a nivel mundial y es muy entretenido. En lo personal lo disfruto mucho”. Para él, la pasión por los Golden Knights no solo tiene que ver con el espectáculo, sino con lo que representan: esfuerzo, unión y entrega total, los mismos valores que lo han guiado dentro del octágono.

Un símbolo del esfuerzo latino en el deporte de combate

El camino de Ernesto Rodríguez no ha sido fácil. Desde sus años de formación en Cuba, enfrentó limitaciones de recursos y oportunidades, pero nunca perdió la determinación. Esa mentalidad lo ayudó a adaptarse a la exigente vida de atleta profesional en Estados Unidos. “Mis días de preparación antes de llegar al nivel profesional fueron los más duros y los más dedicados”, recuerda. “Cada entrenamiento era una prueba de resistencia física y mental, pero sabía que cada gota de sudor me acercaba a mi sueño”.

Esa disciplina y su estilo explosivo dentro del octágono le valieron el apodo de “Starboy”, un nombre que refleja su ambición de brillar y dejar huella. En Las Vegas, donde la competencia es feroz, Rodríguez ha logrado destacar no solo por su talento, sino por su actitud de trabajo constante y su conexión con los fanáticos. “Vivir aquí me ha enseñado que el deporte es parte de la identidad de la ciudad. Los peleadores, los boxeadores, los equipos… todos compartimos ese orgullo de representar a Vegas”, asegura.

Su admiración por los Golden Knights también es una forma de identificarse con la filosofía del equipo: una mezcla de agresividad, determinación y espíritu de comunidad. “Esa mentalidad de salir a ganar siempre, sin importar quién esté enfrente, es algo que compartimos. Tanto en el octágono como en la pista de hielo, el objetivo es el mismo: superar los límites”, dice Rodríguez, quien no descarta asistir con más frecuencia a los juegos en T-Mobile Arena cuando su calendario de entrenamiento lo permita.

Para Ernesto “Starboy” Rodríguez, Las Vegas no es solo la capital mundial del entretenimiento; es también el escenario donde los atletas se transforman en leyendas. Desde los combates más emblemáticos en el octágono hasta las noches mágicas de hockey en el T-Mobile Arena, la ciudad es sinónimo de competencia y gloria. “Aquí todo se vive con intensidad.”

Hoy, Rodríguez se prepara para nuevos desafíos profesionales en las MMA, mientras continúa consolidando su lugar como una figura emergente dentro del panorama deportivo latino en Estados Unidos. Su historia, marcada por el esfuerzo y el amor por el deporte, refleja la diversidad y la pasión que definen a Las Vegas, una ciudad donde el hielo y el sudor conviven bajo el mismo espíritu ganador.