Desde su fundación oficial en 1917, La National Hockey League se ha convertido en una de las cinco ligas más grandes del deporte profesional en América del Norte y con el pasar de cada temporada, nuevos mercados se suman a la afición, al tiempo en el que son más los jóvenes que se agregan a la práctica de esta disciplina. Por ello, NHL.com/es, presenta las conexiones existentes entre el hielo con personalidades fuera de la pista y esta entrega, destaca la perspectiva de un competidor decidido siempre a marcar la diferencia.
Desde las calles de Quilmes, en Buenos Aires, hasta los estadios de Europa y Estados Unidos, Emmanuel Ledesma ha vivido el deporte con una pasión que va más allá del balón. Su nombre se hizo conocido en el fútbol por su talento y su pegada, pero detrás del jugador hay un competidor nato, que entiende que el éxito no depende solo del talento, sino de la constancia, el trabajo duro y la mentalidad correcta. Hoy, desde una perspectiva madura y reflexiva, el argentino mira más allá del césped y encuentra en el hockey sobre hielo un espejo de los valores que siempre lo guiaron: disciplina, inteligencia y esfuerzo colectivo.
“Sé que el hockey sobre hielo requiere una coordinación impresionante”, comenta Ledesma. “Primero hay que saber patinar, luego manejar el palo y estar atento a los choques, que son tremendos. Es un juego de habilidad, de reflejos y, sobre todo, de mentalidad. El portero, por ejemplo, tiene una visibilidad limitada y aun así reacciona con una velocidad increíble. Eso me parece admirable.”
Aunque su carrera siempre estuvo ligada al fútbol, Ledesma reconoce en el hockey una complejidad que le fascina. “Las porterías son pequeñas, el disco es mínimo y todo pasa rapidísimo. Es un deporte que exige precisión y cabeza fría. Me impresiona cómo los jugadores logran mantener el control en medio de tanta velocidad”, dice.

























