Camryn Heon representa con orgullo a México a través del hockey

Entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre la NHL celebra el Mes de la Herencia Hispana, por lo que NHL.com/es, ofrecerá historias fascinantes sobre la comunidad latinoamericana del hockey, desde entrevistas con figuras de la NHL, hasta futuros prospectos y el crecimiento de este deporte en todas las áreas, NHL.com/es brinda una cobertura total de esta ocasión especial.

Aunque se trata de una frase trillada, pero ciertamente no es correcto juzgar un libro por su portada y en el particular caso de Camryn Heon Díaz de León, esta expresión cobra todavía un mayor sentido.

La jugadora de hockey de 19 años, nacida en El Paso, Texas, de madre mexicana y padre canadiense, continúa creando adeptos y sorprendiendo a quienes van descubriendo su historia, que se bifurca entre la pista de hielo y la pasarela, labrando un camino sin parangón.

Se trata de una joven mujer a la que se le pueden atribuir los más altos estándares de belleza, que compagina el modelaje con una actividad que poco se le emparenta, como jugar un deporte físico, rudo y ampliamente dinámico como el hockey, lo que resulta en una combinación inusual y que no pasa inadvertida. Pero, ¿cómo es que esta inesperada conjunción de horizontes llegaron a alinearse en un mismo trayecto?

“Sí. Soy de El Paso, Texas, y mi papá vino desde Canadá a Texas a jugar hockey con los Buzzards (de El Paso), y luego mi papá empezó a ayudar a comenzar con el equipo de los Rhinos, otro club también de El Paso, y pues desde chiquita empecé a patinar, estar en la pista y pues, obvio, tuve que empezar a jugar hockey”, comentó en entrevista para NHL/es.

Y agrega: “Cuando tenía casi 14-15 años, un entrenador de México vino a El Paso con mi papá para ver si podían organizar unos partidos de hombres. Y cuando vino el scout y me vio entrenando con mi equipo, le preguntó a mi papá ‘¿quién es ella?’ O sea, ‘¿es mexicana? Dime más’. Y pues desde ahí empezó mi carrera con México y después me fui a la Ciudad (de México) por casi dos años a entrenar con la selección. Y así fue”.

Su familiaridad con el hockey, debido a que su papá, Corey Heon, quien se desempeña como el presidente de los El Paso Rhinos de la NAHL 3 y que jugó este deporte, como casi todos los canadienses, se puede entender, pero que Camryn lo combine con una actividad como el modelaje y que aunque para ella es normal, para el resto resulta incomprensible hasta cierto punto. No obstante, le resta importancia a si existen paralelismos o no entre los dos ámbitos.

“Pues, para mí siempre ha sido normal, no sé, como que me cuesta entender a veces cuando la gente se sorprende de que yo puedo hacer las dos cosas”, dice riendo. “Porque yo nunca quisiera definir mi vida en una sola cosa. Y pues sí, son mis dos pasatiempos, mi dos vidas”.

Y si todo se acomoda debidamente, podrían ser tres paradigmas distintos, pues Camryn reveló que se quiere convertir en la primera mujer latina en ser reportera de hockey para la cadena ESPN, en lo que sería una extensión de su pasión por el deporte de sus amores, y está dando los pasos en la dirección correcta tras graduarse de Culver Military Academy, institución con la que también jugó hockey.

A simple vista, mirando el rostro de Camryn, es imposible que los prejuicios no se agolpen, aunque quizá muy pocos adivinarían que la nacida en El Paso, Texas, que juega al hockey con gran intensidad y, no solo eso, sino que es mexicana; sin embargo, ella jamás tuvo dudas acerca de su identidad y de sus raíces.

“En El Paso toda la gente habla español. La familia de mi mamá habla puro español. Y siempre ha sido una cosa con la que yo me identificaba o me identifico como mexicana, porque pues comemos comida mexicana en la casa con mi familia, o sea, en Navidad es puro español en Juárez”, explicó. “Y como que desde chiquita nunca pregunté si era de otro grupo étnico o de otra cultura. Y como que (la identidad mexicana) siempre ha sido algo mío. Sí, siempre”.

Incluso son esos rasgos y esa identidad los que la acompañan cuando se pone el uniforme para participar en un juego de hockey. Para la joven defensora, es inherente llevar a la pista su ADN, el cual le ha ayudado para marcar una diferencia. ¿Qué de su personalidad como jugadora está matizada con la sangre mexicana que corre por sus venas?

“Buena pregunta”, responde mientras reflexiona para ampliar la respuesta. “Bueno, yo digo que mi pasión. Cuando juego hockey soy una jugadora bastante agresiva, me encanta pegar y jugar bien duro y siento que mis raíces mexicanas sí o sí me ayudan a jugar así con pasión, con emoción y con orgullo”.

Esas características no han pasado inadvertidas para muchos, y desde luego para el presidente de la Federación Mexicana de Hockey Sobre Hielo, Joaquín de la Garma, y Diego de la Garma, el director de las selecciones nacionales, pues esos rasgos la han llevado a vestir el uniforme de México en diferentes competencias internacionales, de las cuales rememora pasajes invaluables.

“Cuando fuimos a España para jugar un Mundial, hace, no sé, como tres años más o menos, y ganamos contra España y ese torneo fue mi primero con la selección mayor de mujeres, y sentir ese, no sé cómo explicarlo, pero ganar contra España, era como ganar contra todos, contra el mundo”, recordó. “Y representar a México fue increíble, era como yo y mi equipo contra el mundo, y como que nos nosotras éramos capaces de hacerlo todo”.

Camryn nunca ha ocultado su vínculo con México. De hecho, confiesa su devoción por los tacos, aunque también por el pozole, el mole y los tamales, y menciona detalladamente por qué se siente orgullosa de representar la bandera tricolor con el escudo del águila devorando a una serpiente sobre un nopal (cactus).

“La primera cosa que viene a mi mente es como este carácter de la gente mexicana. Estamos orgullosos de todo, de nuestra historia, de la comida, de todo y siento que ese orgullo a veces hace falta en otros países, pero en México, aman ser mexicanos”.

Y ese cariño que tiene Camryn por México, desde luego, también se traslada a la Selección Mexicana, el sitio en el que ha logrado crear lazos inquebrantables en muchos aspectos y que le han dado una perspectiva más amplia sobre sus raíces.

Para mí, mi equipo siempre va primero. Amo a mi equipo como si fueran mis hermanas, a mi coach, o sea, a todos. Nunca pensamos en nosotras, siempre pensamos en México y cómo podemos representar nuestro país en otro nivel. Para nosotras es más como una cosa del trabajo, o sea, así es, así es lo que tenemos que hacer. No es una pregunta de cómo lo vamos a hacer sino de que tenemos que ganar y que vamos a representar y poner el nombre de México en alto”, concluyó.