El hockey en Venezuela está dejando de ser una sorpresa para muchos. En cuestión de años, la práctica del deporte de jugadores de ese país ha dejado de impactar al público, para empezar su etapa de expansión.
Los venezolanos juegan hockey sobre hielo. No sólo en el país, sino en buena parte del mundo. El efecto de la inmigración ha generado una especie de catalizador para el avance de la disciplina. Y es que quizás el punto más alto fue alcanzado hace unas semanas, cuando la Selección Sub-16 se coronó campeona en su división en la pasada Amerigol LATAM Cup 2025.
Y detrás de todo esto, está Juan de Dios Singer, quien, en tiempo récord, pasó de ser un jugador amateur aficionado al hockey —parte de la primera representación del país en el mencionado torneo— a entrenador de los actuales campeones y en uno de los personajes más importantes en el desarrollo del deporte en Venezuela.
La historia de Singer y el hockey venezolano es una de audacia, perseverancia y una visión inquebrantable. Es la historia de un hombre que se atrevió a soñar con algo que muchos consideraban imposible: sembrar un deporte de invierno en el corazón del trópico. Su palabra, como él mismo la describe, se ha vuelto peligrosa por su tendencia a convertirse en realidad.
“Tú me conociste en el 2019 cuando yo era un ‘pichón’, soñando con esto”, recordó Singer. “Y que hoy te diga, brother, qué peligrosa es mi palabra”.
Esa misma convicción es la que ha impulsado el proyecto desde sus inicios. Sin embargo, el catalizador que ha acelerado el crecimiento de manera exponencial ha sido, paradójicamente, uno de los fenómenos más dolorosos para el país: La migración.
“La migración venezolana, por una parte es [malo], pero por otra nos está creando deportistas que de otra forma no hubieran conocido el hockey sobre hielo”, explicó Singer. “Estos niños que se fueron a distintas edades, buscando un futuro mejor, le dijeron a sus papás que querían jugar hockey. Y ahora ves a estos niños jugando para nosotros”.
El triunfo de la selección Sub-16 en la LATAM Cup es la prueba más tangible de este fenómeno. El equipo, compuesto por jóvenes de la diáspora, no sólo ganó, sino que lo hizo de una manera que resuena profundamente en la cultura deportiva latina. La final, un "clásico sudamericano en el hielo" contra Colombia, fue una batalla de desgaste que necesitó de dos agónicas prórrogas antes de que Franco Peñafiel anotara el gol de oro para sellar la victoria 3-2.
“Verlos jugar es admirable”, continuó Singer con orgullo. “Cuando la gente me critica diciendo ‘veremos cómo les va contra Canadá o Estados Unidos’, yo les digo: ‘Te sorprenderemos dentro de poco’, porque estos muchachos ya se han enfrentado a esa gente, porque juegan allá”.
El éxito no sólo validó el talento, sino que también abrió una compuerta de interés. “Después de ganar la Sub-16, me han escrito más de 15 familias de Noruega, Alemania, Dinamarca… todos chamos para las categorías Sub-12 y Sub-14”, reveló Singer.
Y es que la noticia del triunfo se regó como pólvora entre la comunidad venezolana en el exterior, y de repente, el sueño de representar al país se volvió una posibilidad real para muchos.
Esta explosión de talento en el extranjero ha ido de la mano con el esfuerzo titánico de Singer por construir una infraestructura dentro de Venezuela. Lo que comenzó como un puñado de academias de hockey en patines en línea ha evolucionado hacia la meta final: El hielo. Un ‘deshielo’ literal está ocurriendo en el país, con la reapertura de pistas en Maracaibo y Puerto Ordaz tras más de una década de abandono.
“Actualmente tenemos dos pistas de hielo: Centro Comercial Galerías en Maracaibo y Centro Comercial Alta Vista en Puerto Ordaz”, confirmó Singer. La reapertura de la pista de Maracaibo, en particular, ha sido un éxito rotundo. “En un solo sábado, fueron a patinar 470 personas. El domingo siguiente, 628. En todo el mes de agosto, tuvimos una afluencia de 6,122 patinadores. Ha sido un éxito total”.
El plan es claro: usar estas pistas como semilleros. Singer ya ha importado más de 150 pares de patines y equipo de protección. Además, ha concretado una alianza de gran importancia.
“Los Florida Panthers me están apoyando en noviembre con 50 bolsos para crear el ‘Learn to Play Venezuela by Florida Panthers’”, anunció. “La donación de 50 bolsos para 50 alumnos va 100% para Maracaibo. El niño que vaya a practicar sólo tendrá que pagar la mensualidad, porque le damos el resto”.
Este modelo busca eliminar la barrera económica y permitir que el talento florezca localmente. La visión es que jugadores como Aisar El Khatib, el primer alumno formado en la academia de roller hockey en Venezuela que participó en la LATAM Cup, sean cada vez más comunes.
“Le costó, no fue fácil para él, se dio cuenta de que el nivel aquí es otro”, admitió Singer. “Pero se fue muy contento, con ganas de volver en diciembre para una base de entrenamiento conmigo”.
A pesar de los éxitos recientes, el camino ha estado lleno de obstáculos, principalmente la falta de apoyo de quienes, según Singer, deberían ser los primeros en ayudar.
Esta lucha ha forjado una determinación aún mayor en Singer, cuya visión trasciende las victorias en torneos juveniles. Su objetivo final es darle a Venezuela una presencia permanente y respetada en el mundo del hockey sobre hielo.
“Mi sueño en diez años es entrar en una clasificación olímpica de deportes de invierno con el hockey sobre hielo”, confesó. “Para el 2027, quiero arrancar con la construcción del primer centro de entrenamiento deportivo del país con aforo de 800 personas. Es una de las condiciones que pone la Federación Internacional de Hockey sobre Hielo (IIHF), a la cual estoy pidiendo la afiliación”.
Esa afiliación a la IIHF es el próximo gran paso, uno que le permitiría a Venezuela competir en campeonatos mundiales y, eventualmente, en el ciclo olímpico. Sin embargo, el camino es complejo. La IIHF exige el reconocimiento del Comité Olímpico Nacional, un obstáculo burocrático que Singer deberá navegar, ya que el organismo venezolano actualmente reconoce a la federación de hockey sobre césped.
Es un sueño audaz, casi quijotesco, pero para un hombre que ha logrado que el hielo y el trópico coexistan, nada parece imposible. Su predicción para el futuro cercano es un reflejo de su confianza inquebrantable:
“El año que viene te aseguro que gano la Sub-12, la Sub-14 y la Sub-16. Grábalo”.























