Marchand Cup

SUNRISE, Florida -- Mientras el resto de los Florida Panthers se abalanzaban a la red, unos sobre otros, hacia compañeros con los que habían forjado lazos de hermandad durante mucho tiempo, Brad Marchand patinó lentamente por el hielo. Después, señaló hacia las gradas.

Fue solo entonces cuando se unió a la multitud, al montón de jugadores con quienes su nombre será inmortalizado en la Stanley Cup, siendo uno de los últimos en unirse a la masa vibrante en jubilosa celebración. Había pasado los últimos tres meses con esos jugadores, construyendo una química y camaradería que resultaría en un campeonato.
Con aquellas personas en las gradas, había pasado toda una vida.

“Solo reconocimiento, lo hicimos”, expresó su esposa, Katrina. “Voy a emocionarme. Simplemente decirnos como familia, lo hicimos. Valió la pena. Lo hicimos”.
A Katrina Marchand se le llenaron los ojos de lágrimas, pensando en los últimos tres meses que su esposo pasó en Boston sin ella, los últimos 14 años que Marchand ha estado trabajando y esperando este momento.

Acercándose, pero sin lograrlo. Cerca, pero no del todo.

¿Qué ha significado esto para ella, para ellos?

“Todo”, afirmó Katrina Marchand. “Absolutamente todo. Él se esfuerza al máximo cada día y ver que esto llega después de todo lo que ha pasado, no viendo que todo se desarrolle como pensábamos [en Boston], esto significa el mundo”.

FLA@EDM J5: Marchand consigue el primero

Hace un año, Brad Marchand nunca imaginó lo que estaría por vivir en estos últimos meses, creyendo que sus negociaciones de contrato con los Boston Bruins –el equipo que lo había seleccionado en el puesto Nro. 71 del Draft de la NHL del 2006 y para el cual había jugado 16 temporadas y ganado la Stanley Cup– tomarían quizás un día en resolverse.

En cambio, en los segundos finales antes de la Fecha Límite de Cambios de la NHL del 7 de marzo de 2025, fue traspasado a los Panthers, una vez un rival odiado, y ahora su nuevo hogar. Era el equipo que él creía que era más probable para ganar la Stanley Cup, un club al que ayudó a llegar hasta allí, casi ganando el Trofeo Conn Smythe en el proceso, mientras los Panthers sentenciaban la Final con una victoria por 5-1 en el Juego 6 contra los Edmonton Oilers en la Amerant Bank Arena el martes, consolidando su segundo campeonato consecutivo.

Cuando Sergei Bobrovsky le entregó la Copa a Marchand, no era la primera vez que la levantaba. Lo había hecho en su temporada de novato, en el 2011, cuando no tenía idea de cuánto tiempo le llevaría hacerlo de nuevo.

Hubo derrotas, en 2013 y en 2019. Había parecido estar a su alcance, pero se le escapó.

“Se siente completamente diferente”, dijo Marchand. “Tengo mucho más respeto y aprecio por lo difícil que fue llegar aquí y lo complicado que es, y la cantidad de cosas que tienen que salir bien para ganar. Hay tantos grandes equipos en la liga y se habla tanto de que este tipo lo merece, que aquel también, y quieres ver a ciertos muchachos ganar. Pero todo tiene que encajar perfectamente. Mi situación es un ejemplo perfecto de eso. No debería haber estado aquí. Pero funcionó, y lo estoy disfrutando enormemente”.

Marchand sumó 20 puntos (10 goles, 10 asistencias) en los playoffs, incluyendo seis goles en la Final de la Stanley Cup, dos de los cuales fueron goles de la victoria. Estuvo en todas partes, haciendo de todo, un líder en las salidas hacia la cadena de comida Dairy Queen, anotando una maravilla de gol en tiempo extra que cambió la serie en el Juego 2. Sus anotaciones rompieron tobillos en el Juego 5.

“Tan pronto como fue canjeado aquí, me bromeó instantáneamente en el chat de grupo por nuestra historia en los últimos playoffs”, comentó el delantero Sam Bennett, quien sí ganó el Trofeo Conn Smythe como JMV de los playoffs. “Pero lo que ha significado para este equipo, realmente no creo que hubiéramos ganado la Stanley Cup sin él. Su liderazgo, su voluntad de ganar, es inspirador y yo le decía antes de cada juego: ‘Te vamos a seguir’, y lo hicimos. Fue un ‘perro’ cada noche y sin duda pudo haber ganado este trofeo. Es un mejor jugador y persona de lo que nunca supe y estoy agradecido de haber podido jugar con él”.

FLA@EDM J5:  increíble golazo Marchand

Marchand encontró algo en los últimos dos meses: piernas de veinteañero, una fuente de juventud. Se había deshecho de la presión de ser capitán y líder, se quitó las expectativas de las funciones de primera línea, se quitó el peso de avivar las ventanas de competición de una franquicia.

En Florida, Marchand encontró sol y tranquilidad. Encontró un equipo que lo asombró en sus enfoques de entrenamiento y recuperación, en el equilibrio de un estilo exigente y de desgaste con ligereza y camaradería.

Su integración fue perfecta.

Había habido mucha especulación sobre él como compañero de línea de Bennett o Matthew Tkachuk, jugadores cuyas personalidades confrontacionales y exasperantes Marchand había estado "patentando" durante los últimos 15 años.

En cambio, Marchand encontró un puesto en la tercera línea, con Anton Lundell y Eetu Luostarinen, que se convirtió en la mejor de los Panthers durante gran parte de la postemporada, un trío subestimado y sigilosamente bueno que era defensivamente responsable y ofensivamente subestimado.

Todo empezó a sentirse real a medida que los Panthers avanzaban por la postemporada, superando a los Tampa Bay Lightning, los Toronto Maple Leafs y los Carolina Hurricanes, hasta que se citaron de nuevo con los Oilers, a quienes Marchand había observado desde lejos la temporada pasada.

Esta campaña, él estuvo allí.

Estuvieron allí, sus padres y sus hermanos, junto a Katrina. Sus tres hijos, Sloane, Sawyer y Rue.

“Hay una dinámica en la que él realmente quería ganar una Copa para su familia”, dijo su padre, Kevin. “Tiene niños pequeños y no han tenido la oportunidad de experimentar eso. Así que esto es muy significativo para él. Esto es por ellos”.

Pero como ya le había sucedido antes, como ya había visto que "cerca" no es levantar la Copa, no quiso creer demasiado pronto, no quiso ilusionarse, ni que su familia se ilusionara, no quiso ver sus esperanzas frustradas.

“Hemos pasado por esto antes, donde las cosas no salieron a nuestro favor. E imaginábamos esos momentos en casa y la derrota en el 2019, lo molesto que estaba todo el mundo, fue duro”, dijo Marchand, refiriéndose al revés en la final de 2019 ante los St. Louis Blues en el séptimo partido, en su hielo local el TD Garden.

“Pero tratamos de hacer todo lo posible para no hablar de ello, para no echarle la sal, simplemente para estar en el momento. Pero cuando todo llegaba a su punto culminante y sabíamos que íbamos a ganar, verlos a ellos allá arriba [a su familia en las gradas], lo especial que fue para ellos, fue bastante increíble”.

FLA Brad Marchand stanley cup

En 2011, Shawn Thornton estaba allí, junto a Marchand. Thornton, ahora Director de Ingresos de los Panthers, lo vio ganar la Copa, lo vio lograr algo que Marchand era demasiado joven para comprender plenamente.

Verlo hacerlo de nuevo, aquí, según dijo, fue “surrealista”.

Fue lo mismo. Pero fue completamente diferente.

“Todavía se siente pesada”, agregó Marchand sobre la Copa. “Todavía se sentía pesada, eso seguro”.

¿Pero el resto? Un mundo aparte.

“Simplemente una ola te golpea”, dijo. “Cuando llegas a levantarla por primera vez, son tantas emociones, tienes un subidón de adrenalina enorme. Tanta emoción. Una cosa es hacerlo de gira, es bastante increíble hacerlo aquí en casa con tanta gente a la que amo y que ha tenido un enorme impacto en mi vida. Es una sensación increíble”.

Han pasado 14 años desde que Marchand levantó la Stanley Cup. Antes de que comenzara la final, el jugador de 37 años dijo que estaba tratando esta carrera como si fuera su última oportunidad de ganar la Copa, su última oportunidad de atrapar lo que había estado persiguiendo desde que era un novato.

Pero él sabe mucho más, ahora. Tiene mucho más significado.

“Cuando la ganó por primera vez, pensó, ‘OK, mi primer año aquí, gané la Copa, es algo fácil de hacer’”, comentó su madre Lynn. “Pero 14 años después, se dio cuenta de lo difícil que es lograrlo. Y por eso, esto tiene mucho más significado”.

La redactora de NHL.com, Tracey Myers, contribuyó a este reportaje.

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