En cuestión de cinco días, los Detroit Red Wings lograron vencer con un marcador global de 8-3 a los vigentes bicampeones de la Stanley Cup, Florida Panthers, y al actual doble monarca de la Conferencia Oeste, Edmonton Oilers.

Esto, por muy pequeña que sea la muestra y considerando que se trata apenas del inicio de la temporada regular 2025-26, resulta como un golpe en la mesa para un equipo que está luchando por culminar una sequía de nueve temporadas sin poder clasificar a los Playoffs de la Stanley Cup.

Con eso en mente, el equipo está siendo testigo de un inicio ideal para esas aspiraciones. Detroit ha sumado cinco victorias consecutivas después de un encuentro inaugural decepcionante ante los Montreal Canadiens. A partir de ese revés, los Toronto Maple Leafs (dos veces), Tampa Bay Lightning y los finalistas de las últimas dos Finales de la Stanley Cup han sido las víctimas de los dirigidos por Todd McLellan.

La victoria del domingo por 4-2 sobre los Oilers fue una demostración de madurez, paciencia estratégica y una ejecución defensiva casi perfecta. El encuentro comenzó como una batalla táctica, un ‘partido de ajedrez’, como lo describió McLellan, con un primer período cauteloso y sin goles.

La explosión calculada de Detroit llegó en el segundo período. El capitán Dylan Larkin rompió el empate a las 8:51 con un potente disparo. El impulso creció minutos después, en una secuencia que definió el partido. Detroit neutralizó la única oportunidad de Power Play de Edmonton en la noche, e inmediatamente después, el novato Emmitt Finnie capitalizó un rebote para anotar su primer gol en la NHL a las 11:54, poniendo el marcador 2-0.

EDM@DET: Larkin pone a los Red Wings adelante en el 2do

Aunque los Oilers respondieron rápidamente con un gol de Noah Philp, la capacidad de respuesta de los Red Wings fue decisiva. Larkin anotó su segundo tanto de la noche a las 17:05, restaurando la ventaja de dos goles.

El tercer período fue una prueba de temple. Leon Draisaitl acercó a los Oilers 3-2, preparando un final tenso. Sin embargo, Detroit no se quebró, demostrando una nueva compostura que su capitán destacó:

"Me gusta cómo hemos ganado de diferentes maneras", expresó Larkin. "Cuando se vuelve intenso y hay mucha presión, parecemos más tranquilos. Sabemos nuestros trabajos y los estamos haciendo".

La actuación de Larkin fue dominante. Con dos goles y dos asistencias, fue la fuerza ofensiva, extendiendo su racha de puntos a seis juegos para iniciar la temporada. Con esto, se convirtió en el tercer jugador en la historia de la franquicia con múltiples rachas de puntos de seis o más juegos al inicio de una campaña, uniéndose a Steve Yzerman y Gordie Howe.

Sin embargo, su contribución más significativa fue su magistral trabajo defensivo contra Connor McDavid, a quien limitó a solo dos tiros y cero puntos.

"Es especialmente difícil cuando Connor y Leon están juntos", admitió McLellan. "Pero Dylan puede patinar con Connor. Esta noche, aceptó el desafío e hizo un gran trabajo".

Larkin resumió la nueva identidad del equipo. "Una buena defensa va a llevar a la ofensiva contra ese equipo, y eso es lo que sucedió esta noche", explicó.

Mientras el capitán lideraba, el novato Emmitt Finnie protagonizó una noche de ensueño. En apenas su sexto partido, el delantero, una selección de séptima ronda, anotó sus dos primeros goles en la liga y añadió una asistencia. Se convirtió en el primer jugador seleccionado en la séptima ronda o después en registrar un juego de múltiples anotaciones para Detroit desde Henrik Zetterberg en el 2015.

"Es una gran sensación", describió Finnie sobre su primer tanto. "Hizo una gran jugada para llevar el disco a la red, y yo estaba justo ahí enfrente".

El éxito de Detroit se basa en la fórmula que su entrenador ha delineado. "No creo que haya una salsa secreta", aseguró McLellan. "Nuestros porteros nos están dando una oportunidad cada partido, no estamos permitiendo 40-45 tiros en contra, y la neutralización de penalidades ha mejorado". La victoria sobre Edmonton fue la prueba: John Gibson sólo enfrentó 18 disparos en total, realizando 16 salvadas.

Para los Oilers, la frustración crece. McDavid extendió su sequía de goles a seis juegos y Draisaitl fue autocrítico: "No estamos anotando lo suficiente, y parte de eso es culpa mía. Necesito mirarme en el espejo".

Con un impresionante récord de 5-1-0 y 10 puntos, los Red Wings, como uno de los mejores equipos de la NHL en estas primeras fechas, ahora buscarán demostrar que este modelo de juego es sostenible lejos de casa, cuando inicien una gira que arranca el miércoles en el KeyBank Center para enfrentar a los Buffalo Sabres.

Contenido Relacionado