El hockey de la NHL no es solo un deporte. Va más allá de eso, es una cultura.
Y como sucede en toda cultura, la NHL cuenta con varias tradiciones y costumbres, tanto de sus equipos como de sus aficionados, que le dan vida y color a la liga.
Estas son algunas de las tradiciones y costumbres más icónicas de la NHL.
Pulpos al hielo
Esta peculiar tradición se remonta a la era de los Original Six, cuando la liga estaba compuesta por seis clubes: Boston Bruins, Chicago Blackhawks, Detroit Red Wings, Montreal Canadiens, New York Rangers y Toronto Maple Leafs. En esta época, cuatro equipos clasificaban a los Playoffs y se necesitaban ocho triunfos para alzar la Stanley Cup.
En abril de 1952, a dos aficionados de los Red Wings —los hermanos Pete y Jerry Cusimano, que trabajaban en la tienda Eastern Market— se les ocurrió arrojar un pulpo muerto a la pista del antiguo hogar del club, el Olympic Stadium, porque sus ocho brazos simbolizaban las ocho victorias requeridas para ganar el título. Detroit llegó a la Final y barrió a los Montreal Canadiens. No solo conquistaron su quinta copa, sino que también le dieron vida a la “Leyenda del pulpo”.
Aunque con la expansión de la liga ya se necesitaban más de ocho triunfos para alzar la copa, los aficionados de la Ciudad Motor siguieron lanzando pulpos al hielo cuando el equipo jugaba como local en los Playoffs, y lo siguen haciendo.
“La Bamba” en Canadá
Muchos equipos tienen su canción especial que tocan en su arena para celebrar un triunfo, pero los Edmonton Oilers son los únicos que usan una con sabor latino: “La Bamba”. Este tema es una canción folklórica tradicional mexicana, originaria del estado de Veracruz. En 1958, el cantante mexicoamericano Ritchie Valens adaptó la pieza y la popularizó en Estados Unidos. En 1987 la canción cobró nueva vida gracias a la interpretación del grupo chicano de rock Los Lobos.
En cuanto a la relación de los Oilers con “La Bamba”, todo empezó en la década de los 80. En esa época de gloria de la franquicia, en el vestidor trabajaba un utilero llamado Joey Moss. Tenía síndrome de Down, pero con la recomendación de Wayne Gretzky logró ser contratado por los Oilers en 1986. Permaneció en su puesto hasta su fallecimiento en 2020.
Gretzky ha explicado cómo Edmonton hizo suya “La Bamba” gracias a Moss. “Viene de una fiesta de Navidad del equipo que hacíamos cada año”, dijo Gretzky. “Teníamos una banda en vivo y Moss se sabía una canción. Se subía y cantaba ‘La Bamba’. Así que es una de las grandes canciones de celebración para cualquier equipo profesional de deportes”.
Los Oilers han usado “La Bamba” como canción celebratoria por varios años, pero esta costumbre tomó nueva relevancia en la temporada 2021-22 debido al joven aficionado Ben Stelter, un chico de seis años diagnosticado con glioblastoma, un tipo de cáncer cerebral. Los Oilers le abrieron las puertas y Stelter se volvió viral con un video en el que alentaba al equipo exclamando: “Toquen ‘La Bamba’, baby”.
Stelter falleció en agosto de 2022; en su memoria, “La Bamba” ha estado muy presente durante los viajes que Edmonton ha hecho a la Final de la Stanley Cup en las últimas dos temporadas.
Marea de emoción
Cuando se habla de celebraciones victoriosas sobre el hielo de los equipos de la NHL, no hay duda de que los Carolina Hurricanes ostentan la más afamada y divertida. Realizan un ritual elaborado llamado “Storm Surge” (“Marea Tormentosa”) tras sus triunfos en casa.
El festejo empieza con los jugadores reunidos en el centro de la pista; luego alzan sus palos al aire y comienzan a efectuar un “aplauso vikingo”, también conocido como “aplauso de trueno”. Y ya después de que el estruendo se ha apoderado de todo el PNC Arena, los jugadores proceden a deslizarse patinando en olas.





















