FLA feature 6.16.25

Entre las muchas lecciones que han aprendido los Florida Panthers durante sus últimos tres viajes a los Playoffs de la Stanley Cup, probablemente la más llamativa sea la que enfrentaron hace un año, en este mismo escenario y ante este mismo rival, cuando perdieron una ventaja de 3-0 en la Final ante los Edmonton Oilers, antes de coronarse en el Juego 7.

El juego decisivo es el más difícil de ganar. Y puede que ese concepto sea aún más cierto ante unos Oilers que, como hace un año, han demostrado ser tan resilientes como indica la palabra.

La diferencia es que ahora, en vez de un colchón de tres juegos para cerrar la serie, la ventaja de Florida es de 3-2. El factor de urgencia para los dirigidos por Paul Maurice es significativamente mayor ahora, cuando están a horas de disputar su último encuentro de la temporada en casa, al recibir a Edmonton el martes en la Amerant Bank Arena para el Juego 6, con la Stanley Cup en el edificio.

Pero si hay un equipo preparado para este momento, para la presión de cerrar una serie por la Stanley Cup, es precisamente este. La filosofía del conjunto se basa en la experiencia y en no dar nada por sentado.

"Creo que cuando pasas por varias series de playoffs como lo hemos hecho nosotros y como lo he hecho yo, la mayoría de las veces, [la cuarta victoria] es la más difícil de conseguir", reconoció el delantero Matthew Tkachuk. "Es importante, cuando juegas contra un equipo que tiene la espalda contra la pared, tener un buen comienzo... Tenemos que igualar esa desesperación. Tenemos que tratar este [partido] como un Juego 7 para nosotros también, si queremos tener la oportunidad de vencerlos".

Esa mentalidad no es una frase hecha, es una lección forjada en el fuego. La experiencia de haber estado al borde de la gloria en la final del 2024, y ver cómo casi se desvanece, les enseñó a manejar las distracciones y las emociones desbordadas.

"Hay un montón de cosas que nunca habíamos experimentado antes", explicó el entrenador Paul Maurice sobre la primera oportunidad de ganar la Copa el año pasado. "¿Cómo manejas a las familias en un juego de eliminación?... todo ese tipo de cosas se manejaron el año pasado. Lo vivimos por primera vez. Y ahora, simplemente nos preparamos para el partido de hockey. Es un conjunto de emociones diferente para nosotros".

Panthers toman ventaja de 3-2 en la final

Ese enfoque sereno y metódico es el antídoto contra la presión. El delantero Evan Rodrigues, otro de los pilares del equipo, resumió la mentalidad que deben tener para este sexto encuentro:

"Simplemente, diría que se trata de apegarnos a nuestro juego. No intentar hacer el momento más grande de lo que es. Es sólo otro partido de hockey, y tienes que hacer lo que te ha hecho exitoso en el pasado para mantenerte en el momento y hacer tu trabajo".

Este grupo sabe lo que es estar en esta posición. Florida tiene un récord histórico de 14-11 en partidos para sentenciar series, incluyendo una marca de 6-6 en casa. Saben que enfrente tienen a un rival herido y peligroso, que también tiene experiencia en situaciones límite.

Y claro, en estas instancias, las estrellas son las que suelen brillar. Los Panthers cuentan con Brad Marchand, el cuarto jugador activo con más puntos (25) en juegos para sellar series. Por su parte, los Oilers tienen a Connor McDavid, quien promedia unos impresionantes 1.64 puntos por partido cuando su equipo enfrenta la eliminación, uno de los promedios más altos en la historia de la NHL. Enfrentar a un McDavid desesperado es el mayor de los retos.

"Bueno, va a ser una prueba difícil", admitió Tkachuk. "Si él está desesperado por ganar una Copa, nosotros también lo estamos... Él es obviamente un talento como ningún otro en la liga, así que es muy difícil anularlo. Sólo puedes intentar limitarlo tanto como sea posible".

Para los Panthers, la clave no estará en una hazaña individual, sino en el esfuerzo colectivo que los ha caracterizado y en la calma que les da la experiencia.

"Creo que con todo por lo que hemos pasado, simplemente tenemos más experiencia, ¿cierto? Así que te sientes un poco más cómodo en la situación", explicó Rodrigues. "Siempre que puedas ganar experiencia y sentir que el momento no es más grande de lo que es, eso ayuda. Ayuda con los nervios y, sí, simplemente sales y juegas tu partido".

Ahora, con la Stanley Cup de vuelta en el edificio, los Panthers tienen la oportunidad de demostrar que han aprendido la lección más importante de todas. Tienen la oportunidad de convertirse en el octavo equipo en la historia de la NHL en ganar sus dos primeros campeonatos en su propio hielo. Y el ambiente será eléctrico.

"Obviamente, es divertido estar en casa, tener la energía de casa, tener al público local", dijo el delantero Anton Lundell. "Estoy seguro de que el edificio estará vibrando". Esa energía será el combustible para un equipo que sabe que la victoria más anhelada es, casi siempre, la más difícil de alcanzar.

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