Jarry detuvo los 31 tiros a gol que le lanzaron los Senators para dejar su récord en 13-11-5 en 30 aperturas y consiguiendo su primera blanqueada de la temporada, en un momento en el que cada resultado cuenta. A los Penguins les restan nueve juegos en su calendario regular, pero están seis puntos fuera de la última posición para la postemporada, hoy en poder de los Montreal Canadiens (77 puntos).
“Sinceramente, creo que ayuda poder detener varios tiros así al principio del partido”, dijo Jarry quien encaró 16 remates y los repelió todos. “Creo que te mete en el partido rápidamente y te ayuda a sentir el puck. Es igual en ambos casos. Creo que cuando metemos el disco en la portería al principio y, creo, que cuando atacamos la portería rival y recuperamos el disco, de abajo a arriba, eso nos mete en el partido. Creo que es lo mismo para un portero, poder detener algunos tiros al principio”.
Algo que cimentó la confianza de Jarry fue que a medida que pasaba el partido, sus compañeros delante suyo dificultaban las acciones de los Senators en la zona ofensiva, al grado de que en el segundo periodo pasaron a generar 11 tiros a gol y en el tercero únicamente cuatro. Esa fue una tendencia que no vivió el jueves cuando se enfrentó a los Sabres.
“Pienso que nuestro equipo hizo un mejor trabajo limitando algunas de las ocasiones de alto peligro a las que Jarry estuvo expuesto en los dos pasados juegos”, comentó el entrenador en jefe de los Penguins Mike Sullivan. “Pienso que nuestro grupo, en general, hizo un mejor trabajo limitando no solo sus oportunidades de alto peligro sino también la cantidad. Así que estoy seguro de que eso le ayudó, pero aun así fue capaz de hacer grandes salvadas”.
Al minuto con 16 segundos del tiempo extra, en situación de power play tras la penalización de Ridly Greig a tres segundos del tiempo regular al enganchar a Crosby, irónicamente, Erik Karlsson asistió al ‘87’ de los Penguins y con un potente remate desde el corazón del círculo de faceoff derecho, encendió la lámpara y le puso fin al juego para que Pittsburgh consiguiera una victoria necesaria y oportuna.
“Fue un gran pase de Karlsson, me lo puso a modo. Cuando estás tan cerca y tienes un ángulo así, no quería dejar pasar la oportunidad y pegarle bien, fue una gran jugada de su parte”, comentó Crosby, quien llegó a la marca de 27 goles en la presente temporada.
Fue el gol ganador 97 en la carrera de Crosby, cifra con la que superó a Mats Sundin (96) en el lugar 12 en la historia de la NHL; además, el capitán de los Penguins consiguió su gol 24 en el tiempo extra, acercándose a tres de Alex Ovechkin (27), quien es el líder de todos los tiempos en la liga a ese respecto.
Además, con esa anotación, Crosby consiguió su gol 181 en power play dentro de su carrera, con el cual rebasó a la leyenda de los New York Islanders Mike Bossy (180) en la undécima posición de todos los tiempos de la liga para un jugador que haya jugado con una sola franquicia.
“Creo que tuvimos buenas oportunidades”, dijo Crosby. “Siempre hay que intentar que más jugadores y discos lleguen a la portería. Siempre hay partidos en los que, después uno reflexiona sobre las oportunidades que podríamos haber aprovechado. Quizás hubo un par. Pero creo que, en general, hicimos un buen trabajo generando oportunidades”.