"El resto de los tazones eran lo que yo solía llamar el 'Tazón de quién saca la basura'", dijo Miller en 2018. "Eran tazones a los que la gente realmente no les ponía mucha atención. Eran buenos partidos y eran divertidos para que esos equipos y esas universidades los jugaran, pero en realidad no influían en la lucha por el campeonato nacional del futbol americano universitario ni reunían a lo mejor de cada conferencia. Así que vimos eso como una oportunidad".
Miller quería iniciar el contrato de NBC con la NHL en la temporada 2005-2006 de una manera rimbombante. Para aprovechar los reflectores de la intensa rivalidad deportiva que existía entre las ciudades de Nueva York y Boston en ese momento, debido a los New York Yankees y los Boston Red Sox, el ejecutivo buscó enfrentar a los New York Rangers y los Boston Bruins en el mítico Yankee Stadium. Sin embargo, el contrato de los Rangers con el Madison Square Garden les prohibía disputar un partido como locales fuera de la legendaria arena, y la directiva de los Yankees tampoco fue receptiva a la idea de albergar un partido de hockey en su campo sagrado.
Además, aunque Bettman había autorizado el juego en Yankee Stadium, aún se mostraba titubeante ante la idea de organizar otro partido al aire libre, ya que la NHL no contaba en ese momento con un departamento de eventos especiales. Aun así, Miller continuó insistiendo.
"Gary Bettman todavía se burla de mí diciendo que siempre estaba insistiendo con él", contó Miller. "Cada vez que nos reuníamos para hablar de otros temas mientras nos preparábamos para el inicio de la siguiente temporada, me decía: 'Sé que de verdad quieres hacer este partido al aire libre, nunca lo vas a soltar'. Ese tipo de cosas".
"Yo le decía: 'De verdad creo que es una buena idea y que tenemos que encontrar la manera de hacerla realidad'".
Nace la tradición del Winter Classic
Con la llegada de John Collins a la NHL como vicepresidente ejecutivo senior de Negocios y Medios, la realización de un gran evento al aire libre se volvió en una realidad. Collins contaba con credenciales excepcionales gracias a su paso como ejecutivo de la NFL. Su objetivo era construir una presencia a escala nacional para la liga en Estados Unidos y generar mayores ingresos. Un evento como el Winter Classic podía ser el primer paso para esto. Collins fue inspirado por lo que el Super Bowl significó para la NFL.
"El Super Bowl no solo le dio validación al nuevo modelo de negocio, sino que también creó un nuevo camino para que la NFL se promoviera en términos del calendario de eventos", explicó Collins. "Todo el mundo habla de que la NFL es un negocio de 365 días al año, pero ese fue realmente el inicio del negocio de los 365 días".
Collins formó su equipo de eventos especiales y finalmente se concretó la idea de celebrar un gran partido al aire libre.
La NHL eventualmente se decidió por un nombre para el evento: el Winter Classic. Miller indicó que al principio querían llamarlo Ice Bowl, en referencia al famoso Juego de Campeonato de la NFL de 1967 entre los Dallas Cowboys y los Green Bay Packers que se jugó en condiciones heladas, pero la empresa de juguetes Wham-O! ya tenía registrada esa frase para uno de sus productos. Después consideraron otros nombres —Winter Challenge, The Challenge—, pero Winter Classic fue la opción ganadora.
Aunque el Winter Classic sonaba como una gran idea en el papel, existía mucho escepticismo. Una de las principales dudas era si la NHL podría llenar un estadio de béisbol o futbol americano en Estados Unidos. De los equipos identificados como candidatos para albergar el partido, los Buffalo Sabres fueron los únicos que aceptaron la propuesta. Esto agradó tanto a la NHL como a NBC, ya que Buffalo tenía fama de ser una ciudad profundamente deportiva.
"Creo que Buffalo es uno de los grandes mercados deportivos de Estados Unidos", señaló Miller. "Analizamos los niveles de audiencia de los equipos locales y la forma en que siguen el hockey; Buffalo aparecía constantemente entre las tres primeras ciudades del país en cuanto al seguimiento de su equipo de hockey. Así que sabíamos que era una ciudad apasionada por el hockey. Para nosotros, no había ninguna duda de que lo iban a apoyar".