“Conseguí un par de entrevistas, me di la vuelta y ahí estaba mi madre rodeada de 20 periodistas, preguntándole cómo era ser un inmigrante cubano y tener un hijo que se desarrollaba en un deporte donde no hay mucha gente como él”, dijo Montoya. “Verla aprovechar esa oportunidad fue uno de los momentos más increíbles de los que ha tocado atestiguar.
“Cuando tocaban el himno nacional, me paraba en la línea azul. Después de ganar un partido internacional, izan la bandera. Lo primero que pienso es en mis abuelos, que lo dejaron todo por mí, mis hermanos y mi madre. Ese era mi ‘porqué’”, agregó.
Desde su retiro como jugador, Montoya ha hallado nuevos ‘porqués’, como esposo, padres, entrenador juvenil de Dallas Stars Elite y como ejecutivo de los Stars. Está emocionado por el crecimiento del hockey femenino, del hockey juvenil y en general del número de participantes de jugadores de tan diversos orígenes.
A Montoya le gusta decir: “El mejor jugador de hockey todavía no ha nacido”. Gracias al apoyo del dueño de los Stars, Tom Gaglardi, y del presidente y director ejecutivo, Brad Alberts, existe la posibilidad de que ese jugador nazca en el área metropolitana de Dallas-Fort Worth.
“Aunque no lo crean, no hay muchos jugadores de hockey en el ámbito empresarial de la NHL”, dijo Montoya. “Estamos dispersos por toda la liga. Poder conectar en ese aspecto es importante, y luego está la intencionalidad que tuvo este equipo al contratarme: que nuestras opiniones coincidieran, contratar a alguien de origen hispanohablante, que comprendiera la cultura que representa a un gran porcentaje de la población de Estados Unidos. Cuando estás en el American Airlines Center y las familias se te acercan y te hablan en español, me alegra la vida”.
USA Hockey (la Federación estadounidense) mostró su fe en el área al llevar a cabo el Mundial masculino sub-18 de la IIHF en Frisco y Allen, Texas, a inicios de la primavera. La selección de Estados Unidos se quedó con el bronce, gracias en parte a las contribuciones de los alumnos del programa Stars Elite, Blake Fiddler y Cullen Potter.
“Cuando crecí, los mercados tradicionales eran los que mandaban en el hockey”, dijo Montoya. “Eran Michigan, Minnesota, Boston, Chicago. Hoy, la forma en la que USA Hockey ha estructurado sus programas y ha desarrollado el hockey, la mentalidad de “el hockey es para todos”, permite ver el éxito en mercados no tradicionales. No solo en el nivel juvenil, sino también en la NHL”.
“Ver a los jóvenes progresar en los programas es un testimonio de quienes dirigen las organizaciones de hockey juvenil, de dónde empiezan estos jóvenes en nuestro StarCenter. Tenemos ocho instalaciones, 16 pistas, y se añadirá otra este año. Realmente podemos estar al tanto y ofrecer la programación que los llevará al siguiente nivel.
“Tener la oportunidad de atestiguar que los jóvenes que comenzaron en esos programas y llegaron a la selección estadounidense es increíble. Es un punto de inflexión para nosotros en esta organización”, concluye Montoya.