Photo 1 Maximiliano Cordaro

Desde su fundación oficial en 1917, La National Hockey League se ha convertido en una de las cinco ligas más grandes del deporte profesional en América del Norte y con el pasar de cada temporada, nuevos mercados se suman a la afición, al tiempo en el que son más los jóvenes que se agregan a la práctica de esta disciplina. Por ello, NHL.com/es, presenta las conexiones existentes entre el hielo con personalidades fuera de la pista y esta entrega, destaca la perspectiva de un analista, narrador y comunicador que se enamoró del deporte, por su impacto más allá de un resultado.

La historia de Maximiliano Cordaro es, ante todo, la de un periodista que ha sabido adaptarse, aprender y expandirse en cada país que ha pisado que ha podido desarrollar su profesión. Formado en Venezuela, con experiencia en Italia y ahora establecido en San José, California, su carrera es un testimonio de cómo el deporte puede abrir fronteras y crear puentes culturales. Durante dos décadas, su voz ha estado presente en televisión, radio y plataformas digitales en español, italiano e inglés, narrando y analizando algunos de los eventos más grandes del mundo. Sin embargo, en los últimos años, un deporte inesperado ha entrado en escena para él: Hockey.

San José ha sido el punto de encuentro entre Cordaro y el hielo. El Área de la Bahía, diversa, multicultural y vibrante, le permitió descubrir una disciplina que no formaba parte de su día a día en Venezuela ni en Italia. Esa curiosidad inicial se transformó pronto en un interés profesional gracias a sus coberturas de los San Jose Sharks, un equipo que ha sabido mantener una identidad sólida dentro de la región, creando una conexión que el propio periodista mismo no anticipaba.

“Desde que me mudé al área de la Bahía he tenido mucho más contacto con el hockey”, explica. “He desarrollado relaciones con los San José Sharks, una organización que quizás no vive sus mejores momentos deportivos, pero que trabaja muy bien y que acaba de extender su estadía en el SAP Center. Cubrir sus partidos y hasta asistir a prácticas me ha permitido entender mejor qué lo hace diferente, qué lo hace especial, y la verdad es que cada vez estoy más fascinado”.

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Un nuevo capítulo y una nueva estrella

Para Cordaro, ese proceso de descubrimiento ocurre en dos niveles: Uno profesional y otro emocional. El primero, analiza el hockey como un deporte altamente técnico y exigente. El segundo, le permite observar como un espectáculo conquista a la afición por su intensidad. Esa mezcla lo llevó a reflexionar sobre los elementos que podrían impulsar el crecimiento del deporte dentro de la comunidad latina en Estados Unidos.

“Hay muchos factores para que el crecimiento sea más sostenido”, afirma. “Y creo que todo comienza por acercar el hockey a los niños. Que lo vean como un hobby, como una disciplina que pueden adoptar, igual que hacen con el fútbol, el baloncesto o el béisbol. Si el hockey se vuelve parte de su entorno, van a generar un sentido de pertenencia hacia el juego.”

Una segunda herramienta fundamental, según Cordaro, es incentivar al público a asistir al estadio y lo dice desde la experiencia personal. “El hockey lo disfruto muchísimo por televisión, pero lo vivo de otra manera cuando estoy en la arena. Siento que se aprecia más en vivo, porque la energía, la velocidad, los choques, el movimiento del disco, en fin, todo se siente distinto. Estoy convencido de que mientras más gente viva esa primera experiencia, es inevitable que se enamore del deporte”.

Esa sensación es la misma que tuvo cuando vio por primera vez a Macklin Celebrini, la estrella de los Sharks y uno de los jugadores más llamativos de la actualidad. “Es un talento que se pierde de vista. Verlo de cerca te hace entender hacia dónde va el equipo y te ayuda a comprender mejor la cultura del hockey aquí en el área. Es una franquicia que está apostando al futuro y Celebrini es parte central de ese proceso”.

Pero más allá del espectáculo y de la juventud emergente, Cordaro siente un respeto profundo por el atleta de hockey. Lo expresa con una mezcla de asombro técnico y genuino. “Siempre me he preguntado cómo hace un jugador para mantener el equilibrio, generar potencia y además controlar el disco con tanta precisión. Y luego están los remates. Es una de las grandes preguntas del universo para mí. Mi admiración es total por la exigencia del deporte, física y mentalmente. Es un juego agotador y los procesos de recuperación son rapidísimos, lo que en mi opinión, les da un mérito enorme”.

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Crecimiento y conexión

Ese respeto se entrelaza con una mirada más amplia sobre la presencia latina en el hockey. Para él, la migración influye directamente en el crecimiento del deporte entre las nuevas generaciones. “La comunidad latina aquí en Estados Unidos crece, se integra y adopta lo local. Y el hockey es parte de ese proceso. Mientras más incentivo haya para que los jóvenes se acerquen al deporte, ya sea practicándolo o como aficionados, el impacto será enorme. A nivel competitivo, creo que cada vez veremos más jugadores de origen latino. Quizá no nacidos en Latinoamérica, pero sí hijos o nietos de inmigrantes. Va a ser algo más normal y eso ayudará a que el hockey tenga una difusión aún mayor”.

Cuando se adentra en la esencia del deporte, Cordaro conecta con la emoción, ese hilo conductor que atraviesa toda su carrera. “Lo que más disfruto es la pasión de las transmisiones. Cómo puede transportar al aficionado lejos de los problemas del día a día y llevarlo a un espacio de disfrute, alegría o incluso sufrimiento, pero un sufrimiento dentro del mismo placer. Para mí eso no tiene precio”.

Ese enfoque nace de una vocación temprana. Cordaro suele recordar que de niño dramatizaba partidos de fútbol con sus juguetes mientras él mismo narraba las jugadas. Con el tiempo, esa pasión infantil se transformó en una carrera sólida en medios como Televen, SportPlus, Meridiano Televisión, Unión Radio en Venezuela, donde en 2010, fue reconocido por la Federación Venezolana de Fútbol, como el “Comentarista de Televisión más destacado de la temporada.”

Luego, trasladó su talento a a nivel internacional en plataformas como CNN en Español, DeltaTre y ahora Telemundo 48, medio en el que confirmó sus amplias credenciales, al ser reconocido con el premio Emmy en 2024. Los galardones se suman a un rol como analista de la Major League Soccer, para incrementar un recorrido que incluye coberturas de Copa América, Eurocopa, Champions League, Eliminatorias Sudamericanas y por supuesto, el Mundial de Fútbol de la FIFA.

“Siempre estuve enamorado del periodismo deportivo porque estaba enamorado del deporte. Y es que el deporte transmite disciplina, excelencia, valores, compañerismo. Es una industria inmensa que genera muchísimos trabajos. Contar historias, narrar, analizar… para mí no tiene precio”. Hoy, desde California, Maximiliano Cordaro continúa ampliando horizontes. Entre la MLS, Telemundo y su creciente relación con el hockey, su voz sigue conectando culturas, idiomas y experiencias. Y como él mismo reconoce, el hielo tiene una manera particular de conquistar.

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