COL Joe Sakic

Los jugadores de la NHL participarán en los Juegos Olímpicos de Invierno Milano Cortina 2026 en febrero, la primera vez desde 2014 en la que los mejores jugadores del mundo estarán en el escenario olímpico. Los días 5 y 20 de cada mes previo a los JJOO, NHL.com/es recordará los 10 momentos más emblemáticos de la historia olímpica en los que participaron jugadores de la NHL, incluyendo partidos de las ediciones de 1998, 2002, 2006, 2010 y 2014. Hoy, nos centramos en el número 9: Joe Sakic salió al rescate de un país con un gol clave en los JJOO de Salt Lake City en el juego por la medalla de oro para Canadá.

Cuando por primera vez el Comité Olímpico Internacional permitió la participación de los jugadores de la NHL en el torneo varonil de hockey sobre hielo de los Juegos Olímpicos de Invierno en Nagano 1998, todas las miradas apuntaban hacia Canadá como el máximo favorito para quedar en la cima del podio olímpico, pues se trataba del juego que llaman “deporte nacional” y por la pléyade de figuras de aquella época nacidas en ese país.

No obstante, los JJOO de 1998 acabaron en una tremenda decepción para el país de la hoja de maple, a pesar de llevar a Japón a grandísimas figuras como Wayne Gretzky, Eric Lindros, Patrick Roy, Martin Brodeur, Ray Bourque, Chris Pronger, Scott Stevens y una lista podría seguir, el resultado fue catastrófico: un amargo cuarto lugar, tras perder el juego por la medalla de bronce ante Finlandia.

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Joe Sakic cumplió el sueño de toda una vida al formar parte de ese equipo, aunque no logró alcanzar los objetivos colectivos en Nagano, ya que las circunstancias lo dejaron con una especial amargura.

“Tengo muchísimos recuerdos maravillosos de mi carrera, pero tener la oportunidad de representar a mi país en los Juegos Olímpicos fue un honor y una emoción que se encuentra entre las mejores”, le dijo en 2009 Sakic a Olympic.ca.

Cabe señalar que durante los JJOO de 1998 Sakic sufrió una lesión en la rodilla antes de que Canadá disputara la Semifinal ante la República Checa y no pudo participar en ese encuentro. Los checos acabaron derrotando a los canadienses, quienes también sucumbieron ante los finlandeses posteriormente.

Entre las muchas razones por las que Sakic formaba parte de ese selecto grupo, estaban que el nativo de Burnaby, Columbia Británica, fue campeón de la Stanley Cup en 1996 con el Avalanche y, además, ese año capturó el Conn Smythe Trophy como el más valioso de los Playoffs.

Pero también se trataba de una de las principales figuras de la liga en esa época, con un tiro potente y con amplia visión en la zona ofensiva, logró una de las mejores temporadas de su carrera en la 2000-01 al conseguir la máxima cifra de goles (54) en una sola campaña y acabar con 118 puntos.

Sin embargo, pese a todas sus cualidades, y las de sus célebres compañeros, quienes en su gran mayoría acabaron en el Salón de la Fama del Hockey, eso no bastó para cambiar la historia y la espera para Canadá por el oro olímpico desde los Juegos Invernales de Oslo 1952 siguió alargándose.

No obstante, las cosas habrían de cambiar cuatro años más tarde tras la gran desazón, aunque no fue sencillo. Con un equipo no menos legendario y portentoso como el de 1998, la representación de Canadá, incluyendo jugadores como Mario Lemieux, Jarome Iginla o Steve Yzerman, dio visos de fracasar de nuevo después de una ronda de grupos tambaleante, con un triunfo, un empate y una derrota.

Pero en la ronda eliminatoria comenzó a emerger la figura de Sakic. En los Cuartos de Final ante Finlandia anotó un gol clave y los canadienses avanzaron al ganar 2-1.

Curiosamente, en las Semifinales, Sakic tuvo un rol más que discreto en el juego de más sencillo trámite para Canadá en el torneo, tras superar holgadamente por 7-1 a Bielorrusia y que le permitió a los norteamericanos clasificar a una Final Olímpica por primera vez desde 1992 en Albertville.

Y el rival fue el sorprendente equipo de Estados Unidos que superó a Rusia en la Semifinal por 3-2. El juego por la medalla de oro resultó ser no solo un clásico de Norteamérica sino un choque muy dramático, con un empate 2-2 que prevaleció hasta la parte final del segundo periodo, pero cuando la tensión alcanzó su punto más álgido, Sakic salió al rescate del segundo país más grande del mundo (por su extensión territorial).

A los 18:18 del segundo periodo, Sakic anotó un gol que valió oro, literalmente, y no pudo ser sino a su más puro estilo: con un rápido tiro de muñeca que, aunque se desvió entre el tráfico, superó al portero estadounidense Mike Richter para conseguir una ventaja que los canadienses jamás habrían de perder.

“Es algo con lo que soñamos cuatro años antes y tuvimos otra oportunidad de conseguirlo”, comentó Sakic en su momento. “Pero ahora todo está bien, ya tengo una medalla de oro y eso es lo que más me importa”.

La leyenda del Avalanche todavía fue capaz de anotar otro gol más ante Estados Unidos en la Final, al conseguir el 5-2 para ponerle la cereza al pastel en una escapada en la que venció a Richter para sentenciar el encuentro y hacer más enfática la captura de la esquiva presea olímpica dorada, medio siglo después.

Cuatro años más tarde Sakic tuvo el honor de ser nombrado capitán de la selección canadiense en los Juegos Olímpicos de Invierno de Torino 2006 y aunque los de la hoja de maple tuvieron una regresión, al ser eliminados en los Cuartos de Final al caer 2-0 ante Rusia, ‘Burnaby Joe’, como le llamaban, tuvo un reconocimiento a su destacada labor en Salt Lake City aunque la aventura italiana no tuvo un final de cuento de hadas, respondió cuando todo un país lo necesitaba.

“De niño, creciendo en Canadá, uno sueña con jugar en la NHL, ganar una Stanley Cup y algún día vestir el uniforme del equipo canadiense. Tener la oportunidad de representar a mi país en los JJOO, y especialmente ganar una medalla de oro en Salt Lake City, fue una experiencia increíble y memorable que siempre atesoraré”.

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