Lightning vs. Panthers | Resumen | Primera Ronda, Juego 4

Hablar sobre la imprevisibilidad del hockey es algo tan común como real. Sin embargo, ese concepto quizás se quede corto en su intento por describir lo que se vive en un hielo de la NHL, en especial en los Playoffs de la Stanley Cup.

Y cuando se trata de los equipos de Florida — protagonistas de las últimas cinco Finales de la Stanley Cups — las situaciones inéditas han resultado ser un factor común para ellos. Así que, naturalmente, cuando los Florida Panthers y el Tampa Bay Lightning se enfrentan en una ronda de postemporada, los fans pueden esperar una gran cantidad de emociones.

Eso no pudo ser más cierto el lunes, cuando los Panthers vinieron de atrás para superar al Lightning 4-2 y tomar ventaja de 3-1 en la Primera Ronda. La remontada de Florida fue concretada gracias a una ráfaga de dos goles en 11 segundos que llegó después de… una ráfaga de dos goles en 11 segundos de Tampa Bay, que sirvió en su momento para ponerse arriba en el marcador.

La Amerant Bank Arena fue testigo de un partido que desafió la lógica y estableció un nuevo récord para los Playoffs de la Stanley Cup. Por primera vez en la historia de la postemporada, ambos equipos lograron marcar dos goles en un lapso de apenas 11 segundos en distintos momentos del juego. Una montaña rusa de emociones que primero vio al Lightning tomar la delantera de forma vertiginosa en el segundo período, sólo para que los Panthers respondieran con una furia idéntica y aún más decisiva en las etapas finales del tercero.

Tampa Bay, buscando desesperadamente igualar la serie tras perder los dos primeros encuentros en casa y responder el sábado en Sunrise, pareció tomar control momentáneo en el segundo acto. Mitchell Chaffee a los 12:21 y Erik Cernak apenas 11 segundos después, a los 12:32, silenciaron al público local y pusieron al Lightning arriba 2-1. Parecía el golpe anímico y de marcador que el experimentado equipo de Jon Cooper necesitaba para nivelar la contienda.

En ESPN Deportes/Disney+: Chaffee y Cernak anotan goles seguidos

Sin embargo, los Panthers, fieles a su estilo resiliente exhibido durante los últimos años, tenían otros planes. Entraron al tercer período abajo por la mínima, pero con la convicción intacta.

Antes de la explosión final, un momento crucial fue sobrevivir a una penalidad de cinco minutos.

“Fue enorme”, reconoció Anton Lundell sobre esa neutralización. “De hecho, pasó bastante rápido, siento. Hicimos un buen trabajo matando esa penalidad ahí, y un gran reconocimiento a [Sergei Bobrovsky] y todos los chicos que bloquearon disparos. Fue muy importante en ese juego, y siento que obtuvimos más impulso de eso, y conseguimos más energía y salto después”.

El entrenador Paul Maurice coincidió: “Comenzó con la neutralización [de la penalidad]. Esa fue una pieza tan importante del juego, pero manteniendo esa creencia, sales de ella y piensas que algo bueno va a pasar”.

Ese impulso se materializó de forma espectacular cuando el reloj marcaba el final del tiempo reglamentario. Con sólo 3:47 antes del cornetazo final, el defensor Aaron Ekblad se encontró con un rebote tras un disparo de Sam Reinhart y superó a Andrei Vasilevskiy por encima del guante para empatar el marcador 2-2. El gol fue el segundo tanto de empate más tardío anotado por un defensor en la historia de los playoffs de los Panthers, sólo superado por el agónico gol de Brandon Montour en el Juego 7 de la Primera Ronda de 2023.

La arena aún vibraba cuando, apenas 11 segundos después, llegó el golpe definitivo. Otro defensor, Seth Jones, disparó desde la línea azul. El disco golpeó el patín de Ryan McDonagh y se desvió bajo el brazo derecho de Vasilevskiy antes de cruzar la línea de gol. En un abrir y cerrar de ojos, los Panthers habían pasado de estar abajo a liderar 3-2. Estos dos goles de Jones y Ekblad se convirtieron en los dos tantos más rápidos anotados por defensores de un mismo equipo en la historia de los playoffs, superando la marca anterior de 16 segundos.

En ESPN Deportes/Disney+: Panthers responden con dos goles en 11 segundos para aventajar

"Terminamos bien, y es agradable darles esa victoria a nuestros aficionados", comentó Jones tras el partido. "Estamos arriba 3-1 y entendemos que el trabajo no está terminado. Ambos equipos jugaron duro esta noche, y hubo muchos altibajos. Ellos anotaron dos seguidos, y nosotros nos mantuvimos firmes bastante bien y conseguimos la victoria al final del día".

Carter Verhaeghe añadió un tanto a puerta vacía a las 18:20 para el marcador final de 4-2, sellando una victoria que pone al Lightning contra las cuerdas.

“Fue duro perder los dos primeros en casa, así que tenemos desafíos masivos por delante”, expresó el entrenador de Tampa Bay, Jon Cooper. “Durante 115 minutos, pasamos todas las pruebas posibles. Simplemente tuvimos 11 segundos difíciles ahí al final del juego. Es desafortunado. Jugamos lo suficientemente bien como para ganar ambos juegos [en casa], y nos quedamos un poco cortos”.

La remontada de Florida no sólo fue producto de esos 11 segundos frenéticos, sino también de una mentalidad colectiva y la contribución de diferentes piezas. Anton Lundell, además de destacar al momento de eliminar penalidades, aportó un gol y una asistencia. Sergei Bobrovsky realizó 18 salvadas clave.

El contraste en las unidades especiales también fue notable y potencialmente preocupante para Tampa Bay. Desde que anotaron en su primer Power Play de la serie, el Lightning acumuló 14 oportunidades consecutivas sin poder concretar con ventaja numérica, un factor que sin duda pesó en el resultado final.

Ahora, con una ventaja de 3-1, los Panthers tienen la oportunidad de cerrar la serie y avanzar a la segunda ronda por segundo año consecutivo eliminando a sus rivales estatales. La serie regresa a Tampa para el Juego 5 el miércoles por la noche en la Amalie Arena. Florida ostenta un récord histórico de 11-9 en partidos con potencial para sellar una serie.

El Juego 4 fue un microcosmos de la imprevisibilidad y la emoción que definen al hockey de playoffs, especialmente en la "Batalla de Florida". Dos ráfagas idénticas de 11 segundos con resultados opuestos demostraron que ningún momento está seguro y que la capacidad de respuesta y la ejecución en instantes clave, como la exhibida por los defensores de los Panthers, pueden ser la diferencia entre la supervivencia y la eliminación.

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