Según el capitán, el mensaje fue bien recibido. Sin embargo, los Rangers estaban deprimidos y necesitaban un empujón que llegaría antes de disputar el sexto encuentro de la serie, cuando el periódico New York Post publicó las palabras de Messier con un titular que decía "Esta noche vamos a ganar".
Aquel sexto partido es fácilmente el mejor juego de playoffs de los Rangers en la historia de la franquicia. Aunque el inicio no fue fácil debido a que los Devils, en calidad de local, desplegaron toda su ofensiva y tomaron ventaja de 2-0 en el primer período gracias a los goles de Scott Niedermayer y Claude Lemieux, causando una sensación terrible desde el banco de los Rangers hasta el sofá de todos sus aficionados en casa.
Fue entonces cuando el capitán se hizo cargo. Primero con una asistencia a Alexei Kovalev para poner a los Rangers en la pizarra al final del segundo período. Ese gol, puso dudas en la mente de todos los jugadores de los Devils. En el tercer parcial, Messier completó un juego para la historia gracias a un Hat-Trick, que incluyó el gol del empate y luego el de la ventaja 3-2 con 7:48 minutos restantes en el tiempo regular, antes de sentenciar el triunfo con su tanto ante la red vacía. Así, los Rangers se fueron a casa para disputar el séptimo duelo.
"Sentí que garantizar una victoria sería una excelente manera de hacerle saber a mis compañeros que creía que podíamos entrar y ganar el Juego 6, porque los habíamos derrotado seis veces durante la temporada regular, tres de ellas en su edificio". Declaró Messier, el protagonista de uno de los momentos más icónicos de la historia de la NHL, gracias a que después de aquel encuentro, los Rangers superaron a los Devils para avanzar a la final y allí, dieron cuenta de los Vancouver Canucks, logrando alzar la Stanley Cup para terminar con la sequía de 54 años.