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Karina Villegas llegó a los Estados Unidos a los 26 años de edad buscando iniciar un nuevo capítulo, dejando atrás varios eventos que moldearon su vida en su natal Venezuela. El perder una pierna nueve años antes, pudo haberle cerrado puertas, sin embargo en su naturaleza, estaba el abrir otras que aparecerían pronto en su vida.

Una de estas puertas fue el hockey en trineo, donde Villegas encontró un importante nicho que la llevo a triunfar localmente con su equipo Space Coast Blast y con la Selección Nacional de los Estados Unidos. Además de su experiencia dentro del hielo, la jugadora venezolana está buscando dejar una huella como entrenadora y embajadora de este deporte.

De la piscina a la pista

Karina Villegas tuvo su primera oportunidad como atleta hasta los 17 años, destacando como nadadora en aguas abiertas a pesar de un trágico evento en su vida donde fue atropellada por un automóvil, lo cual eventualmente causaría la amputación de su pierna derecha. Fue así como un programa deportivo para personas con discapacidad le ofrecería una opción que nunca pensé llegaría a su camino.

Villegas encontró su nicho en la modalidad de 5km gracias a un programa gubernamental que le proporcionaba apoyo para continuar su vida atlética, teniendo que trabajar al doble para romper la regla de que en Venezuela, personas con discapacidad no podían competir en aguas abiertas. Esa disciplina y esfuerzo serían los cimientos de una exitosa carrera del hockey en trineo.

“Después del accidente, siempre he tenido mucha fuerza en los músculos superiores y en el torso”, comento Villegas. “La natación (requería) mucha disciplina, teniendo que nadar cuatro horas al día para poder adoptar todos los estilos”.

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Una nueva vida al norte

Después de aventuras acuáticas en Venezuela, Karina Villegas tendría un nuevo reto al llegar a Miami sin familia o amigos, mediante asilo político en el 2001. El deporte volvería a su vida 13 años después, cuando ya establecida en un nuevo país, encontraría el deporte que se volvería parte integral de su futuro.

Al asistir a una clínica de patinaje con su hija, Villegas tuvo su primera “probadita” del hockey en trineo y buscó más información al respecto. Cuando por primera vez le dieron el equipo y saltó al hielo, la gente quedo sorprendida por la facilidad y naturalidad con la que adoptó un deporte sin experiencia previa.

“Cuando comencé a los 40 años pensé que iba a ser algo recreativo”, recordó Villegas. “Mientras iba a la pista conocía más entrenadores que me decían que si practicaba podía llegar al equipo (nacional) de mujeres.”

Solo meses después de comenzar su camino en el hielo, pudo impresionar a la entrenadora de la Selección Nacional de Estados Unidos, en un partido donde Villegas les enfrentó como refuerzo de un equipo varonil. La venezolana destacó de tal manera que le ofrecieron un puesto de inmediato, lo cual la llevo al llanto, recordando los problemas personales con los que lidiaba en esos momentos.

“Estaba pasando por un divorcio, con mucha inseguridad sabiendo que tenía que educar a mi hija por mí misma”, dijo Karina. “Tuve que ser valiente como cuando nadé en el Orinoco.”

Su camino con el combinado estadounidense la llevó a jugar internacionalmente en países como República Checa, jugando con o en contra de atletas de varias naciones como Canadá, Noruega y Suecia. A nivel de clubes, ha causado sensación ganando múltiples títulos de liga con el Space Coast Blast en una pista cerca a Cabo Cañaveral en Florida.

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Embajadora del deporte

La experiencia adquirida por su habilidad en el deporte y por los golpes de la vida, ha llevado a Karina Villegas a buscar una forma de compartir su conocimiento con niños y jóvenes que como ella, puedan encontrar una nueva pasión en el hielo. Además de certificarse como entrenadora nivel 3 de USA Hockey, la venezolana es parte de un programa donde con ayuda del Blast y la fundación Tim’s Kids, guía a nuevos jugadores.

Su siguiente paso llegará en una próxima visita a Cancún, donde buscará apoyo del gobierno local para fondear un programa de hockey en trineo en Mexico. Su intención es expandir el deporte a países como su natal Venezuela, España, o incluso países africanos que ya cuentan con una pista de hielo.

“A donde quiera que vayas, siempre eres la persona con discapacidad o la persona con muletas”, menciono Villegas. “Pero cuando estas en el hielo todos somos iguales, somos jugadores de hockey”.

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