La temporada 2024-25 está ingresando en un momento clave. Es en esta etapa cuando los Playoffs de la Stanley Cup se asoman en el horizonte y los equipos contendientes empiezan a calentar motores para lo que esperan sea una larga postemporada. De allí que el encontrar la mejor versión a estas alturas podría ser determinante para el futuro de un conjunto en particular.
Ese podría ser el caso de unos Carolina Hurricanes que parecen estar acercándose a su mejor versión, luego de ganar cinco partidos consecutivos y siete de sus 10 más recientes. Y más importante aún, lo han hecho apoyándose en varias de sus fortalezas, como su defensa y su capacidad de obtener triunfos en casa. Ambos aspectos se juntaron el martes, cuando frenaron a otro club que ha estado inspirado últimamente, el Tampa Bay Lightning, al salir con el triunfo del Lenovo Center con marcador de 4-1.
Desde el inicio, Carolina tuvo que resistir la presión de Tampa Bay. Una penalidad tempranera los obligó a defender en su propia zona durante casi la totalidad del Power Play rival, pero la historia cambió en cuestión de segundos. Tras un despeje y un rebote favorable, Seth Jarvis y Sebastian Aho capitalizaron una oportunidad en desventaja numérica para abrir el marcador.
Jarvis anotó su cuarto gol en inferioridad numérica de la temporada, empatando a Chris Kreider y Anthony Cirelli en el segundo puesto de la NHL en ese departamento. Ese tanto fue un reflejo de lo que ha sido Carolina en este tramo de la temporada: un equipo que aprovecha cada oportunidad, incluso en situaciones desfavorables. Su juego en desventaja numérica no sólo es efectivo a la hora de neutralizar rivales, sino que también es un arma ofensiva. Con nueve goles en inferioridad en la campaña, sólo los Rangers, Lightning y Panthers han marcado más en ese tipo de circunstancias.