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Connor McDavid se sentó en el mismo vestuario donde se le rompió el corazón hace un año tras perder la final de la Stanley Cup 2024. Y al igual que la temporada pasada, el martes se vio obligado a vivir esas mismas emociones.

McDavid y los Edmonton Oilers escucharon al comisionado de la NHL, Gary Bettman, entregar la copa a los Florida Panthers por segunda temporada consecutiva tras una derrota por 5-1 en el sexto partido de la final en el Amerant Bank Arena.

Una vez más, no fue el año de Edmonton.

"Perdimos contra un equipo realmente bueno", dijo McDavid. "Nadie se rindió, nadie tiró la toalla, pero son un equipo increíble. Son campeones consecutivos de la Copa Stanley por algo".

Los Oilers buscaban extender la serie a un séptimo partido decisivo, como lo hicieron la temporada pasada, cuando remontaron un 0-3 en contra antes de perder 2-1 en el séptimo duelo.

Pero, como sucedió durante la mayor parte de la serie, Edmonton se vio obligado a jugar desde atrás tras ir perdiendo 2-0 en el primero. Y a pesar de conseguir dos victorias remontando en tiempo extra en la serie (primer y cuarto partido), la situación finalmente les pasó factura.

"Su presión hacia adelante fue excelente, dominaron la pista", dijo McDavid. "Pudieron dominarnos en todo momento y nosotros nunca pudimos generar impulso. Intentamos lo mismo una y otra vez, dándonos de cabeza contra la pared. Hay que reconocerles el mérito, jugaron bien". Señaló McDavid.

Oilers en Panthers | Resumen | SCF, Juego 6

Edmonton necesitaba un partido impecable para evitar la eliminación contra un equipo de Florida, que se nutre de errores. Pero en el primer período, los Oilers perdieron dos discos en la línea azul y ambos acabaron en la red. Luego, en el segundo parcial, el portero Stuart Skinner desvió con naturalidad un disparo suave que se fue directo al palo de Aleksander Barkov, quien rápidamente le pasó a Sam Reinhart (y el disco se desvió en su patín) para ampliar la ventaja a 3-0.

"Seguimos diciendo que queríamos intentar ganar un partido de 2-1 y, obviamente, nunca encontramos la manera de hacerlo", dijo McDavid. "Tienen grandes jugadores. ¿Cuántos jugadores anotaron más de 20 puntos en la postemporada (seis)? Son de lo más profundo que existe".

En retrospectiva, los Oilers merecen elogios por regresar a la final tras llegar a los Playoffs de la Stanley Cup con dificultades debido a una larga lista de lesiones, incluyendo las de McDavid y el alemán Leon Draisaitl, hacia el final de la etapa regular.

Pero tras perder los dos primeros partidos contra Los Angeles Kings en la Primera Ronda de la Conferencia Oeste, todo salió bien para Edmonton. Ganaron cuatro encuentros seguidos para superar a Los Angeles antes de eliminar a los Vegas Golden Knights y a los Dallas Stars en cinco choques, logrando asegurar la revancha en la final, esta vez con ventaja de local.

Sin embargo, los Oilers no supieron aprovechar al máximo la ventaja, perdiendo dos de los tres partidos en el Rogers Place. "No hay nada positivo en esto. Sigue siendo desgarrador, es muy difícil de manejar ahora mismo", dijo el entrenador de Edmonton, Kris Knoblauch. “Solo porque éramos quizás los menos favorecidos al llegar a la serie contra Los Ángeles, los menos favorecidos al enfrentarse a Vegas y Dallas, duele ahora mismo y no creo que vaya a aflojar por un tiempo”.

Con sólo 10 partidos para superar a Las Vegas y Dallas, Edmonton parecía estar en condiciones de ganar su primer campeonato de la Stanley Cup desde 1990, sobre todo con la ventaja de jugar en casa por primera vez en esta postemporada.

Edmonton tuvo un buen comienzo con una victoria por 4-3 en tiempo extra en el primer partido, y estuvo cerca de ampliar la ventaja en la serie antes de perder 5-4 en doble tiempo extra en el segundo partido.

Los Oilers respondieron a una derrota por 6-1 en el tercer partido, remontando una desventaja de tres goles para ganar 5-4 en la prórroga del cuarto encuentro, lo que les permitió colocarse a ley de un triunfo en casa, para poder soñar con el título. Pero, como en la mayoría de la serie, Edmonton salió desanimado en ese enfrentamiento y perdió 5-2.

Luego llegó el martes, cuando el tercer período fue prácticamente la vuelta de la victoria para Florida.

Perdiendo 3-0, Skinner fue retirado del juego para que los Oilers pudieran contar con un atacante a siete minutos del final en un último intento por iniciar la remontada. Sin embargo, Reinhart marcó a puerta dos veces para poner el 5-0. El delantero Vasily Podkolzin anotó para los Oilers a las 15:18, pero con eso solo consiguió acabar con la blanqueada de Sergei Bobrovsky. "La conclusión es que no ganamos", dijo Draisaitl. "A nadie le importa. En serio, a nadie le importa. No ganamos, así que a intentarlo de nuevo el año que viene".

Con Draisaitl a punto de comenzar un contrato de ocho años por 112 millones de dólares (14 millones de dólares de valor anual promedio), que firmó el 3 de septiembre, y con McDavid esperando firmar otro contrato a largo plazo con una temporada restante de su actual convenio de ocho años, la ventana del campeonato debería seguir abierta para Edmonton.

Junto con Draisaitl y McDavid, los Oilers contarán con la mayor parte de su núcleo de jugadores que regresará la próxima temporada. "Creo que sí", dijo McDavid. "Aún tenemos mucha confianza y fe. No creo que la gente pensara que fuéramos a llegar tan lejos. Creemos, pero nos quedamos cortos otra vez".

Al igual que la temporada pasada, los Oilers buscarán aprender de esta experiencia y aplicarla en su búsqueda de ese esquivo campeonato. "Sin duda, hay lecciones", dijo el portero Skinner. "Lecciones como individuos, cómo podemos mostrarnos mejor, cómo podemos reaccionar mejor en ciertas situaciones. Además, como equipo, tenemos que aprender de esto de inmediato. Dejar que esto suceda dos veces seguidas es devastador".

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