Schmidt llegó a la NHL en la temporada 2013-14, firmando como agente libre, debido que nunca fue seleccionado en el Draft de la NHL. El defensa totalizó 12 puntos en la postemporada, estableciendo una nueva marca personal, gracias a tres goles y nueve asistencias, siendo otro récord individual. El jugador de 33 años vio acción en 80 partidos de la ronda regular, siendo la mayor cantidad de su carrera de 12 campañas.
Pareció que esta vez, la temática fue pasar la copa a las nuevas caras de la franquicia y es que después de Schmidt el orden fue el siguiente: Seth Jones, Tomas Nosek, Vitek Vanecek, A.J. Greer, Jesper Boqvist, Mackie Samoskevich, Uvis Balinskis, Jaycob Megna, Evan Cormier, quien eventualmente entregó el trofeo a Sergei Bobrovsky y éste lo pasó a Brad Marchand, siendo estos dos últimos, los dos más ovacionados en ese momento.
Esquivando las ratas que le fueron lanzadas, Marchand, pasó la copa a Dmitry Kulikov, quien se la dio a Aaron Ekblad, el segundo jugador más antiguo de la franquicia y quien podría convertirse en agente libre sin restricciones. Sam Reinhart fue el próximo con la copa, luego Matthew Tkachuk, Gustav Forsling, Carter Verhaeghe, Evan Rodrigues, Niko Mikkola, Eetu Luostarinen, Anton Lundell, Jonah Gadjovich, Nico Sturm, el gerente general Bill Zito, el dueño del equipo Vincent Viola, quien cerró el acto entregando el trofeo al entrenador Paul Maurice, quien con los ojos cerrados besó la Stanley Cup.