Los Carolina Hurricanes arribaron a un lugar que les ha sido familiar en los últimos años: la Final de Conferencia.
Por segunda vez en tres años y por tercera ocasión desde la campaña 2018-19, los dirigidos por Rod Brind'Amour se ubican entre los últimos dos conjuntos de la Conferencia Este, con la oportunidad de avanzar a la Final de la Stanley Cup.
Claro, en Carolina esperan que la tercera sea la vencida, al momento de aprovechar esa oportunidad, considerando que han caído en esas dos últimas oportunidades —incluida la del 2023, cuando fueron barridos ante los Florida Panthers, a quienes podrían volver a enfrentar en esa instancia.
Sin embargo, en esta ocasión la moral de los Hurricanes llega por todo lo alto, después de una exhibición de defensa que les sirvió para neutralizar a una de las mejores ofensivas de la temporada regular —y al mejor goleador en la historia de la NHL— al superar a los Washington Capitals con marcador de 3-1 el jueves en el Capital One Arena en el Juego 5 en la Segunda Ronda de los Playoffs de la Stanley Cup, eliminando así a los punteros del Este 4-1.
La actuación de la línea azul de Carolina a lo largo de esta serie fue sencillamente dominante. Los Capitals, que finalizaron segundos en la liga durante la temporada regular con un promedio de 3.49 goles por encuentro, se vieron limitados a apenas siete anotaciones en los cinco compromisos disputados.
Esta cifra es un testimonio del férreo sistema implementado por Brind’Amour y ejecutado a la perfección por sus jugadores. Durante la fase regular, los Hurricanes ya habían demostrado su solidez defensiva, permitiendo un promedio de 2.80 goles por partido (10mos en la NHL), pero elevaron su juego a otro nivel en la postemporada. Limitaron a Washington a un escaso promedio de 19.6 disparos por partido, una estadística que ilustra la dificultad que tuvieron los Capitals para generar ofensiva consistente.
Y quizás el dato más revelador de esta asfixiante defensa fue la contención de Alex Ovechkin, el prolífico capitán de Washington, quien fue limitado a un solo punto en toda la serie; un gol en el Juego 4.
El propio Brind’Amour destacó la importancia de su guardameta Frederik Andersen en momentos críticos: “Hay un par de [salvadas] más, pero esa en particular. De repente, tenemos ese desliz y ahí está la salvada. Y él nos rescata. Y eso es lo que un gran portero hace por un equipo, y obviamente esperamos que eso continúe”.
El choque que selló la serie el jueves por la noche tuvo sus momentos de tensión, pero nuevamente la estructura de los Hurricanes prevaleció. Jordan Staal fue el encargado de abrir el marcador para Carolina. Sin embargo, la figura heroica de la velada sería Andrei Svechnikov, quien con apenas 1:59 restantes en el tiempo reglamentario, desató la euforia de su equipo al anotar el gol que rompía el empate y, a la postre, significaría la clasificación.


















