A lo largo de la temporada, los Columbus Blue Jackets se han dedicado a destruir todo tipo de teorías y conceptos.
Más allá de sorprender al mundo del hockey siendo uno de los claros contendientes para clasificar a los Playoffs de la Stanley Cup, han demostrado que la etiqueta de ser ‘un equipo con un futuro brillante’ debería ser ajustada cuanto antes a uno con ‘un presente brillante’.
Y es que parece que el proceso de reconstrucción, que ha dejado a Columbus fuera de la postemporada en las últimas cuatro campañas, ha llegado a su fin. Si había dudas de ello, sólo basta con mirar lo ocurrido en el partido del miércoles.
No sólo vencieron, en calidad de visitantes, a los líderes de la División Atlántica, los Toronto Maple Leafs, sino que lo hicieron con autoridad, imponiéndose 5-1, y con sus dos jóvenes exponentes en un plan estelar, que además jugaron prácticamente de locales, considerando que son originarios del área.
Este triunfo no fue una victoria más; fue un escaparate del talento joven y el potencial que Columbus está transformando en resultados tangibles.
El delantero Adam Fantilli, de 20 años y oriundo de Nobleton, Ontario, vivió una noche inolvidable. Con su familia y amigos presentes, el tercer seleccionado general del Draft del 2023 registró el primer Hat-trick de su carrera en la NHL. Fantilli no sólo lideró a su equipo en el marcador, también mostró una madurez que va más allá de su edad.