1.- ¿Cómo afectarán a los Panthers los cambios en el roster en su meta de defender el campeonato?
Como ha sido una tradición de unas décadas a la fecha, todos aquellos quienes aspiran a ganar un título buscan salpicarse un poco de la sustancia de aquellos quienes lo han conseguido; en ese aspecto, los Panthers ya no contarán con algunos de los jugadores que contribuyeron a la consecución del primer título de la Stanley Cup para la campaña 2024-25.
Florida prescindirá de la presencia de los defensas Brandon Montour (Seattle Kraken) y Oliver Ekman-Larsson (Toronto Maple Leafs), además del delantero Vladimir Tarasenko (Detroit Red Wings), quien arribó a Florida tras un canje luego de la fecha límite de cambios de la NHL en una transacción con los Ottawa Senators.
Aunque no fueron bajas del mismo impacto, Florida tampoco tendrá más en su roster al portero Anthony Stolarz (Maple Leafs) ni tampoco a los delanteros de Kevin Stenlund (Utah Hockey Club) y Ryan Lomberg (Calgary Flames), quienes se desempeñaban en las líneas complementarias.
Para tratar de remplazar a las piezas que se fueron, la gerencia de los Panthers firmó a los defensas Nate Schmidt (Winnipeg Jets) y Adam Boqvist (Columbus Blue Jackets), además de los delanteros Tomas Nosek (New Jersey Devils) y Jesper Boqvist (Boston Bruins), además de sumar a Chris Driedger (Seattle Kraken), un viejo conocido en la portería de Florida.
En aquellas noches complicadas para las líneas principales, la aportación de las líneas complementarias será crucial, pero con cambios notorios en ese renglón, Florida necesitará tiempo para que las nuevas incorporaciones se amolden al estilo de juego y generen la suficiente química entre sí, lo cual puede perjudicar al equipo.
Pero en un escenario optimista, el nivel de entendimiento y la cohesión podrían llegar en el mejor momento, en la recta final de la temporada y trasladar eso a la hora buena, el arranque de los playoffs.
2.- ¿Cambio de estilo o aferrarse a su arriesgada fórmula del éxito?
Es innegable que un timbre de orgullo para los Florida Panthers en la pasada temporada fue su físico estilo de juego, lo cual los hizo doblegar rivales en partidos apretados en los que un impacto hacía retroceder o cimbrar a sus oponentes y se convirtió en un sello de identidad del club.
Con un total de 2,339 golpes propinados (28.5 por juego) en la campaña de 2023-24, los Panthers encabezaron a la NHL en ese departamento, una cifra acorde a la narrativa del estilo físico que en muchas ocasiones les permitió inclinar un partido en su favor.
No obstante, esto también tuvo un precio que pagar para la organización, al ver apilarse los minutos de penalizaciones, renglón en el que los Panthers lideraron a la liga con 13.6 minutos de castigo por encuentro.
Durante los playoffs el estilo físico de Florida no tuvo un freno, en lo absoluto, sino que se exacerbó, con un total de 1,035 golpes en 24 encuentros, a razón de 43.1 por juego.
A pesar de ello, su unidad de penalty killing en la postemporada operó a un muy alto nivel, pese a medirse a una de las mejores unidades de Power Play como la de los Edmonton Oilers en una serie de siete partidos. Florida solamente permitió nueve goles en 75 ocasiones en las que se quedaron en desventaja numérica, con una eficacia del 88%.
A pesar de los cambios, que indudablemente afectan el funcionamiento de los equipos especiales, es difícil plantearse un cambio de estilo aunque es innegable también que ese sello que distingue a los Panthers, también les ha permitido conseguir mucho, pese al riesgo que se corre.