El camino hacia los Playoffs de la Stanley Cup para los Vancouver Canucks roza con lo imposible, pero siempre que haya posibilidades matemáticas, el club no bajará los brazos, así tengan que enfrentarse a una barrera histórica.
Si hay alguna duda del porqué el conjunto dirigido por Richard Tocchet no debe ser descartado, sólo basta con ver lo ocurrido en su juego del martes ante los Dallas Stars, cuya derrota hubiese sacado a Vancouver de contienda de manera definitiva.
Solamente se requirió de un esfuerzo sin precedentes para evitar ese destino, con los Canucks concretando una remontada única, al anotar tres goles en el último minuto del partido para forzar el tiempo extra y eventualmente la victoria 6-5 en el American Airlines Center, y continuar con vida con cuatro partidos por disputar en la temporada regular.
La eliminación parecía un hecho consumado para Vancouver. Abajo 5-2 con apenas 60 segundos por jugar en el reloj del tercer período, el destino del equipo pendía de un hilo. Lo que sucedió a continuación fue una de las secuencias más improbables y electrizantes en la historia reciente de la NHL.
Aatu Raty inició la gesta a los 19:00 exactos, encontrando la red desde el círculo izquierdo para poner el 5-3. Con el portero Thatcher Demko en la banca por un atacante extra, la presión fue total. Pius Suter emergió entonces como la figura clave, anotando dos tantos cruciales en 23 segundos. Primero, a las 19:30, remató cerca del poste para el 5-4; luego, con apenas siete segundos para el cornetazo final, lanzó un disparo desde un ángulo complicado cerca de la línea roja que se coló en la portería, empatando 5-5 y llevando el juego a tiempo extra de manera milagrosa.
“Es sólo porque creímos y luchamos hasta el final e hicimos algunas buenas jugadas”, resumió Suter sobre la mentalidad del equipo durante esos segundos finales.
En la prórroga, Kiefer Sherwood completó la remontada. Conor Garland luchó y ganó el disco detrás de la red, enviando un pase a Sherwood, quien con un potente disparo de primera a falta de 1:16 para el final, selló la victoria 6-5 y mantuvo vivas las esperanzas de postemporada de Vancouver.
“Es una locura la resiliencia”, comentó Sherwood tras anotar el tanto ganador. “Nunca he sido parte de un equipo que tenga tantas remontadas locas... Dice mucho sobre el grupo y la calidad de los jugadores. Cuando la adversidad nos golpea, simplemente nos esforzamos más... Sabemos que cada juego es crucial ahora mismo”.
Esta victoria no sólo se tradujo en dos puntos, sino que estableció un hito histórico. Los Canucks se convirtieron en el primer equipo en la NHL en recuperarse de una desventaja de tres goles en el último minuto del tiempo reglamentario para ganar. Superaron la marca anterior, establecida por Montreal el 15 de marzo del 2014 (remontada completada a los 56:38).
Con el triunfo, Vancouver (36-29-13, 85 puntos) se acercó a seis puntos del Minnesota Wild (42-29-7, 91 puntos) por el último puesto de Comodín del Oeste, con cuatro juegos por delante para ambos. El enfrentamiento directo del sábado entre ellos ahora adquiere una importancia monumental.
El capitán Quinn Hughes, quien aportó dos asistencias, destacó la mentalidad del equipo: “Fue una buena victoria. Sin rendirse, ha sido así todo el año”. Junto a él, brillaron Filip Hronek (dos asistencias) y Conor Garland, quien repartió tres pases de gol clave, incluyendo el del tanto decisivo. El guardameta Thatcher Demko también fue crucial con 23 salvadas.
“Fue probablemente la victoria más divertida de la que he sido parte en mucho tiempo”, expresó el defensor Victor Mancini, reflejando el sentir en el vestuario. “Realmente habla bien de nuestro equipo y la actitud de nunca rendirse... Es muy divertido ser parte de esto”.
Más allá de la parte final de la remontada, el tercer período fue una explosión ofensiva para los Canucks, con cinco anotaciones. Esta fue la décima vez en su historia que logran tal hazaña en un solo tramo, y la primera desde el 3 de noviembre del 2022. El récord de la franquicia sigue siendo seis tantos en un episodio (logrado en 1987 y 2006).
Curiosamente, la jornada del martes fue apenas la segunda en la historia de la liga donde dos equipos remontaron déficits de múltiples goles en los últimos cinco minutos para ganar (los Predators también lo lograron). La anterior fue el 31 de enero del 2012.
El entrenador de Dallas, Pete DeBoer, admitió quedar impactado ante el resultado: “He ganado y perdido muchos juegos... y no creo haber perdido uno de esa manera antes”, reconoció. “Afortunadamente no es un juego de playoff... Tienes que jugar durante 60 minutos, y no lo hicimos... Es decepcionante”.
Por su parte, Tocchet, su contraparte de Vancouver, resaltó precisamente esa capacidad de luchar hasta el final: “Me encanta la lucha, honestamente. Hacer eso en el tercer período es una victoria de carácter para el equipo”, afirmó, reconociendo también las dificultades previas en el juego, como los goles recibidos en Power Play.
Tocchet también subrayó el valor formativo de esta experiencia para los jóvenes del plantel: “Es enorme para el desarrollo... ves la lucha... no había chicos cabizbajos... estaban animados en la banca... eso es grande para el desarrollo”.
Ahora, los Canucks viajan a Colorado para enfrentar al Avalanche el jueves para su último juego como visitantes de la temporada regular. Cada partido es una final para ellos, y la remontada en Dallas es la prueba más reciente de que este equipo luchará hasta el último segundo por mantener vivo su sueño de playoffs.