A estas alturas del año, cuando la temporada regular está llegando a su fin y los equipos que siguen en la pelea buscan ese ansiado asterisco junto a su nombre, que indique que tienen un lugar asegurado en los Playoffs de la Copa Stanley, siempre aparecen otros tipos de protagonistas; aquellos conjuntos eliminados especialistas en propinar zancadillas.

Un ejemplo de ello ocurrió el lunes en el Honda Center, cuando los vigentes campeones de la Conferencia Oeste, los Edmonton Oilers, que finalmente buscaban asegurar su boleto a la postemporada, chocaron contra unos Anaheim Ducks que los frenaron en seco.

Edmonton buscaba cerrar con el pie derecho una gira de cuatro partidos, pero se quedaron cortos por la mínima cayendo 3-2 ante los Ducks — terminaron la gira 2-2-0, tropezando en los últimos dos, incluyendo un 3-0 desfavorable ante los L.A. Kings el sábado. De esta manera, los monarcas del Oeste tendrán que esperar un poco más para asegurar su oportunidad de defender su corona en las próximas semanas.

EDM@ANA: Gauthier remata de revés y aumenta la ventaja de los Ducks

La derrota fue particularmente frustrante para los Oilers (44-28-5, 93 puntos), no sólo por dejar escapar la oportunidad de asegurar matemáticamente su clasificación, sino por la forma en que se produjo y el contexto que la rodea. Jugando sin sus dos máximas estrellas y líderes anotadores, Connor McDavid (octavo juego consecutivo fuera por lesión en parte inferior del cuerpo) y Leon Draisaitl (segundo encuentro fuera, misma dolencia), la ofensiva de Edmonton lució predecible y notablemente menos potente, especialmente en situaciones clave.

"Si terminas 3-1 una gira como esa, estamos muy contentos. [Terminar] 2-2 después de empezar 2-0… estamos decepcionados", admitió el entrenador de Edmonton, Kris Knoblauch. "El partido de esta noche, siento que fue uno que probablemente debimos haber ganado".

La falta de sus referentes fue más evidente en el Power Play. Los Oilers tuvieron seis oportunidades con ventaja numérica, incluyendo una extensa de cuatro minutos para iniciar el tercer período (tras una doble falta menor a Anaheim al final del segundo), pero fueron incapaces de capitalizar. Terminaron la noche 6-0 en esa faceta, un factor decisivo en un juego que se perdió por un solo gol.

"Tuvimos montones de oportunidades para meter el disco en el fondo de la red", lamentó el defensa Darnell Nurse. "Esa es parte del juego, tenemos que encontrar la manera de capitalizar los chances que tenemos, y no lo hicimos lo suficiente esta noche".

A pesar de las ausencias significativas, Edmonton pegó primero. Adam Henrique, enfrentando a su exequipo, abrió el marcador a los 17:51 del primer período. Un error del defensa de Anaheim, Radko Gudas, en frente de su propia red provocó un revuelo; antes de que el portero Lukas Dostal pudiera reubicarse, Henrique desvió un disparo desde el punto izquierdo para el 1-0. Era el segundo tanto de Henrique contra los Ducks desde que fue cambiado por Anaheim la temporada pasada.

En la portería de Edmonton, Olivier Rodrigue hacía su primera apertura en la NHL. Tuvo un primer período sólido, respondiendo bien a las oportunidades iniciales de los Ducks. "Estuvo bien, especialmente en el primer período", comentó Knoblauch sobre el debutante. "No tuvo muchas oportunidades de calidad en el segundo o tercero, pero definitivamente en el primero hubo algunas chances en las que lo necesitamos y dio un paso al frente. Estamos muy contentos con su juego esta noche". Rodrigue terminó con 18 salvadas.

EDM@ANA: McTavish define de muñeca y supera a Rodrigue

Sin embargo, la ventaja y la solidez inicial se desvanecieron en el segundo acto, principalmente por obra del novato de los Ducks, Cutter Gauthier. Primero, a los 2:20, empató el marcador 1-1 finalizando una jugada iniciada por Leo Carlsson con un potente disparo desde el borde interior del círculo derecho. Apenas 4:50 después, a los 7:10, Gauthier volvió a marcar para poner a los Ducks arriba 2-1, esta vez en una jugada individual donde superó en velocidad al defensa Evan Bouchard y definió con un revés por encima del hombro de Rodrigue desde corta distancia.

El tercer período comenzó con esa crucial oportunidad desperdiciada por Edmonton en el Power Play de cuatro minutos. Poco después de que los Ducks completaran la neutralización de esa penalidad (su quinta de la noche), Mason McTavish anotó en una escapada a los 5:33 para ampliar la ventaja local a 3-1, un gol que resultaría ser el de la victoria.

Los Oilers intentaron reaccionar y presionaron en los minutos finales. Con Rodrigue en la banca por un atacante extra, Jeff Skinner descontó a 3-2 a los 16:29, desviando un disparo desde el punto de Evan Bouchard. Para Bouchard, la asistencia significó un hito personal: se convirtió en el segundo defensa en la historia de los Oilers (junto a la leyenda Paul Coffey) en registrar temporadas consecutivas con 50 o más asistencias.

A pesar del empuje final, el portero de los Ducks, Lukas Dostal, fue la gran figura y el principal responsable de frenar a los Oilers. El joven checo estuvo espectacular toda la noche, realizando 45 salvadas de 47 disparos enfrentados. "Estuve bajo un poco de presión hoy", admitió Dostal. "Pero, como siempre digo, es mi trabajo y estoy contento de que pudiéramos llevarnos la victoria".

La derrota deja a Edmonton en una posición algo más incómoda en la tabla. Siguen terceros en la División del Pacífico, pero ahora a cuatro puntos de los Kings (quienes también perdieron el lunes) por el segundo lugar y la posible ventaja de localía en primera ronda. Ambos equipos tienen cinco juegos restantes. Hacia abajo, la victoria de Calgary el lunes acerca a los Flames a cuatro unidades de los Oilers por esa tercera plaza divisional directa. La clasificación a playoffs aún parece muy probable, pero el camino y el posicionamiento final se complican sin McDavid y Draisaitl.

Además, esta derrota significó que los Ducks ganaran la serie particular de la temporada contra los Oilers (3-1-0) por primera vez desde la campaña 2015-16.

Los Oilers ahora regresan a casa para una estadía de tres partidos cruciales, empezando el miércoles contra los St. Louis Blues (empatados en puntos con Edmonton en la lucha del Oeste). La misión es clara: asegurar el boleto a playoffs lo antes posible y tratar de encontrar ritmo ofensivo sin sus máximas figuras, esperando su pronto regreso para la postemporada.

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