Si existía alguna duda de que el Minnesota Wild iba con todo en esta temporada, el megacambio que concretaron el fin de semana con los Vancouver Canucks para adquirir al estelar defensor Quinn Hughes, dejó claras las intenciones del club.
Pero el domingo, cuando superaron con facilidad a un sólido equipo de los Boston Bruins que venía de ganar cuatro partidos consecutivos, con el debut de su nueva estrella, la visión de la directiva de Minnesota empezó a tomar forma.
Hughes y el Wild dejaron en el camino a Boston 6-2 en la Grand Casino Arena, con el defensor aportando su primer gol con los colores de su nuevo equipo, que se ubica actualmente como el cuarto conjunto con la mayor cantidad de puntos de la NHL, logrando ganar sus últimos cuatro partidos en fila y siete de sus últimos 10 (7-2-1).
Fue un debut de ensueño para el ganador del Trofeo Norris de 2024, especialmente considerando el caos logístico que precedió al partido. Hughes, de 26 años, estaba en el área metropolitana de Nueva York con los Canucks cuando se enteró del cambio el viernes. Tuvo que viajar de urgencia a Minnesota, y su equipo de hockey no llegó hasta el domingo por la mañana, pocas horas antes del partido.
"Ha sido un torbellino, sin duda", admitió Hughes, quien jugó 26:55 minutos, liderando al equipo en tiempo sobre el hielo. "Solo estoy deseando poner los pies en la tierra, estar con el equipo y entrar en un estilo de vida diario aquí... Pero definitivamente las últimas 48 horas han sido mucho, pero estaba emocionado por ir a jugar el partido".
Esa emoción se tradujo en el marcador apenas 54 segundos después de iniciado el tercer período. Hughes recibió un pase de Ryan Hartman en la parte alta de slot y soltó un disparo de muñeca que superó al portero de Boston, Jeremy Swayman, entre las piernas para poner el 4-0. Con ese tanto, se convirtió en el sexto defensor en la historia de la franquicia en anotar en su debut, uniéndose a una lista que incluye a Kurtis Foster y Marc-André Bergeron.
"Es impresionante, este equipo... y a medida que vaya avanzando aquí y me sienta más cómodo y tenga las piernas bajo mí, esto va a ser emocionante", afirmó Hughes sobre su nuevo club.
Pero la noche no fue solo sobre el recién llegado. Kirill Kaprizov continuó reescribiendo los libros de historia de la franquicia con una actuación de dos goles y una asistencia. Su segundo gol de la noche no solo selló el marcador, sino que marcó su temporada número seis consecutiva con al menos 20 goles, rompiendo el empate que tenía con Marian Gaborik y Zach Parise por la mayor cantidad en la historia del Wild. Además, llegó a 205 goles de por vida, empatando a Mikko Koivu en el segundo lugar histórico del equipo, solo detrás de los 219 de Gaborik.
El Wild dominó el encuentro desde el principio, apoyado en un Power Play letal (de 3-2) y una atmósfera que el entrenador John Hynes describió como "eléctrica". Jared Spurgeon abrió el marcador en el primer período, seguido por Kaprizov y un gol de Ryan Hartman en una escapada que terminó con dos jugadores de Minnesota solos contra el portero rival en el segundo periodo. Matt Boldy también se unió a la fiesta en el tercero, mientras que Filip Gustavsson realizó 29 salvadas para asegurar la victoria.
"Creo que perdimos la batalla de los equipos especiales temprano y luego terminamos persiguiendo el juego", analizó Alex Steeves, delantero de los Bruins. Boston, que venía con una identidad de juego físico y pesado, se vio superado por la velocidad y transición de Minnesota, algo que su entrenador Marco Sturm reconoció como una lección de aprendizaje: "Eso demuestra que no estamos allí todavía".
La victoria tuvo un costo potencial para Minnesota, ya que Marcus Johansson y el defensor David Jiricek abandonaron el partido con lesiones, y no hubo actualizaciones inmediatas sobre su estado. La salud de la defensa será un tema a seguir, especialmente después de haber enviado al prospecto Zeev Buium a Vancouver como parte del paquete por Hughes.
Con el triunfo, el Wild mejora su récord a 19-9-5 (43 puntos), consolidándose en el tercer lugar de una División Central brutalmente competitiva. Pero más allá de los puntos, la noche del domingo envió un mensaje claro al resto de la liga: con Kaprizov en nivel MVP y Hughes patrullando la línea azul, Minnesota ha abierto oficialmente su ventana de campeonato.
El Wild buscará extender su racha ganadora cuando reciba a los Washington Capitals el martes, con la esperanza de que su nueva superestrella empiece a sentirse, poco a poco, como en casa.






















