New York Islanders v Carolina Hurricanes - Game Two

Con la pretemporada 2025-26 de la NHL programada para comenzar el 20 de septiembre, NHL.com/es presenta un análisis a fondo de cada equipo antes de que comience la acción. Hoy toca el turno a los Carolina Hurricanes.

¿Será este el año de los Hurricanes?

Es una interrogante que ha acompañado al club durante cada una de las últimas campañas, considerando el perfil de equipo contendor que han tenido en ese lapso.

Y aquí están de nuevo, iniciando otra pretemporada con esa misma pregunta en su órbita.

Luego de un nuevo traspié en los Playoffs de la Stanley Cup, instancia en la que han sido eliminados tres veces en las Finales de Conferencia —incluyendo la edición pasada— tres veces en la segunda ronda y una en la primera, durante un período de siete clasificaciones consecutivas a la postemporada, los dirigidos por Rod Brind'Amour llegan a los campamentos de nuevo con un solo objetivo en frente: La Stanley Cup.

Golazos de los Carolina Hurricanes

Para un equipo que ha sido un modelo de consistencia y dominio analítico, la Copa ha permanecido frustrantemente fuera de su alcance. La temporada 2024-25 fue otro ejemplo de esta paradoja: Un equipo estadísticamente dominante que, sin embargo, mostró fallas en los momentos cruciales. Carolina finalizó con 99 puntos y el segundo lugar en la División Metropolitana, liderando a toda la NHL en control de posesión (59.7%).

No obstante, este dominio territorial ocultó una deficiencia crónica: Incapacidad para concretar oportunidades, reflejada en un bajo porcentaje de tiro y un Power Play que se ubicó en el puesto 25 de la liga (18.7%). El fallido experimento de mitad de temporada con Mikko Rantanen, quien no logró encajar en el sistema, y la posterior eliminación en la Final de Conferencia nuevamente a manos de su némesis, los Florida Panthers, sirvieron como un doloroso catalizador.

La directiva, liderada por el gerente general Eric Tulsky, respondió con un receso de campaña agresivo, diseñado para abordar de frente estas debilidades. La adquisición del delantero de élite Nikolaj Ehlers como agente libre fue el movimiento estelar, una apuesta calculada para inyectar el talento finalizador que tanto ha faltado. La línea azul también fue remodelada con la llegada del dinámico defensor K'Andre Miller en un canje con los Rangers, y la salida de los veteranos Brent Burns y Dmitry Orlov, marcando un cambio filosófico hacia la juventud y la movilidad.

Adicionalmente, el equipo aseguró su futuro a largo plazo al firmar extensiones de ocho años a los jóvenes pilares Logan Stankoven y Jackson Blake, demostrando una sofisticada estrategia de “doble línea de tiempo” que busca ganar ahora sin sacrificar la próxima década. El mensaje es claro: la era de las victorias morales ha terminado.

Revive los golazos de Carolina en la temporada anterior

ALINEACIÓN PROYECTADA 2025-26

DELANTEROS
Nikolaj Ehlers – Sebastian Aho – Seth Jarvis
Andrei Svechnikov – Jesperi Kotkaniemi – Jackson Blake
Logan Stankoven – Jordan Staal – Jordan Martinook
William Carrier – Mark Jankowski – Eric Robinson

DEFENSORES
Jaccob Slavin – K'Andre Miller
Alexander Nikishin – Jalen Chatfield
Shayne Gostisbehere – Sean Walker

PORTEROS
Frederik Andersen
Pyotr Kochetkov

PRINCIPAL PROSPECTO A SEGUIR

Alexander Nikishin: Llamarlo "prospecto" es casi un error; es una solución para el roster. Con 23 años, una imponente estatura de 1.93 metros y habilidades de élite con el disco, Nikishin llega a Norteamérica como un profesional maduro y listo para un impacto inmediato en la NHL después de ser uno de los mejores defensores en la KHL. La decisión de la gerencia de dejar ir a dos defensores veteranos se basó en la certeza de que Nikishin estaba preparado para asumir un rol en el top-4, y su exitosa integración es una de las piedras angulares sobre las que se construye toda la estrategia defensiva del equipo para esta temporada.

¿QUÉ DEFINE UNA TEMPORADA EXITOSA?

Después de siete apariciones consecutivas en los playoffs y tres viajes a la Final de Conferencia en los últimos cinco años, el tiempo de celebrar "una buena temporada" ha terminado. Para este equipo, en esta ventana de oportunidad, cualquier resultado que no sea una participación en la Final de la Stanley Cup será considerado una decepción. El éxito se medirá por la capacidad de superar sus fallas crónicas: Lograr un Power Play entre los 10 mejores de la liga, aumentar significativamente su tasa de finalización y, lo más importante, demostrar que tienen la versatilidad táctica y la potencia ofensiva para vencer a su principal rival de conferencia.

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