El partido, sin embargo, no fue nada fácil. Los Oilers demostraron su capacidad ofensiva explosiva desde el principio, silenciando al público local con una rápida ventaja de 2-0 en los primeros 7:07 del partido, gracias a los goles de Vasily Podkolzin y Leon Draisaitl en Power Play.
Fue precisamente Rantanen quien rompió el hielo para Dallas. A las 9:10 del segundo acto, en un Power Play, Wyatt Johnston golpeó el poste, pero Rantanen, posicionado frente a la red, batalló por el rebote "desde sus rodillas" y logró anotar su histórico gol 300.
"Lo sabía [que era el cuarto finlandés de por vida]", le dijo Rantanen a ESPN durante el segundo intermedio. "Obviamente significa mucho. Primero que nada, jugar en la NHL es un sueño hecho realidad... Estoy bendecido... Obviamente feliz de ayudar al equipo con algunos goles".
Con ese tanto, Rantanen se convirtió en el cuarto jugador nacido en Finlandia en la historia de la NHL en alcanzar esa marca, uniéndose a Teemu Selanne (684), Jari Kurri (601) y Olli Jokinen (321). El hito lo consiguió en 665 partidos, y con su segundo gol de la noche, se colocó a solo 20 de superar a Jokinen por el tercer puesto histórico.
Irónicamente, el único jugador de su clase del Draft 2015 que lo supera en goles, Connor McDavid (364), estaba en el hielo contrario. Y fue McDavid quien pareció poner el juego fuera de alcance a las 7:51 del tercer período, anotando un golazo para poner a Edmonton arriba 3-1.
Pero el momento crucial del partido ocurrió solo 46 segundos después. Rantanen respondió de inmediato, batiendo a Stuart Skinner por el lado del bloqueador para reducir la ventaja 3-2. Fue una demostración de liderazgo, especialmente con los veteranos Roope Hintz y Matt Duchene fuera por lesión.
"Intento serlo", agregó Rantanen sobre asumir un rol de liderazgo. "Cuando te faltan chicos como Hintz y Duchene... intento llenar ese vacío, y obviamente tratar de jugar responsable y ayudar al equipo a ganar".
El entrenador Glen Gulutzan destacó ese valor intangible. "Es muy grande para nosotros", aseguró. "Es un tremendo competidor. Es un gran líder. Es tan bueno para nuestro vestuario... puedes ver que todo sube y es emocionante de ver".
Esa chispa encendió al equipo. Menos de cuatro minutos después, un disparo de Wyatt Johnston golpeó a Rantanen, rebotó violentamente en las tablas traseras y salió directo a Miro Heiskanen, quien la depositó en la red abierta para el empate 3-3.