“Todo el mundo le importa”, dijo el portero Marc-Andre Fleury. “Todo el mundo quiere ganar. Todo el mundo quiere hacerlo bien. Es frustrante que estemos teniendo dificultades aquí en casa frente a nuestros aficionados. Sí, creo que a veces quieres mantener las cosas simples. Tuvimos una buena charla antes de este partido para jugar como un partido visitante, conseguir el ritmo, no es necesario hacer nada elegante o bonito, simplemente jugar un hockey duro. Si seguimos haciendo esto, tendremos resultados diferentes”.
Y las cosas tuvieron un comienzo prometedor para el Wild, con marca de 11-12-1 como equipo local, aunque fue Calgary el equipo que rompió el hielo cuando a los 6:58 del primer lapso Andrei Kuzmenko anotó su tercer gol de la campaña, este vía power play, para poner en ventaja a los Flames; no obstante, los de casa respondieron a los 9:34 por conducto de Joel Eriksson-Ek con su octava anotación para igualar 1-1.
Pero en el segundo periodo las cosas se salieron de control para el Wild, que se vio superado 14-7 en tiros a gol y parte de ese dominio sí se vio reflejado en el marcador en favor de los Flames, con un par de anotaciones, por parte de Martin Pospisil (3) a los 12:28 y de Rasmus Andersson (vía power play) a ocho segundos del final del periodo para poner las cosas 3-1 en su favor.
Andersson anotó el gol número 43 en su carrera y superó a Noah Hanifin y a Dougie Hamilton en el noveno lugar entre los defensores de los Flames.
“También conseguimos un gol de Pospisil esta noche, algo que no había podido hacer en mucho tiempo”, dijo el entrenador Huska. “Es bueno ver que algunos jugadores contribuyen y que no tengamos que depender tanto de Jonathan Huberdeau o Nazem Kadri esta noche”.
Pospisil rompió una racha de 25 partidos sin anotar y que se remontaba al 23 de noviembre. Fue, además, su primer partido de múltiples puntos desde los dos primeros partidos de la temporada (9 y 12 de octubre), luego de dar la asistencia secundaria en el gol de Andersson.
Los Flames ampliaron su ventaja a 4-1 a mediados del tercer periodo, cuando Clark Bishop se estrenó con su primer gol esta temporada y su segundo en la NHL, la primera vez que encendía a lámpara desde el 7 de diciembre de 2018, cuando jugaba para los Carolina Hurricanes, un paréntesis de 2,241 días entre goles.
Minnesota tuvo algo de esperanzas cuando Frederick Gaudreau anotó su octavo gol de la temporada, en situación de ventaja numérica, ara acercar 4-2 a los locales, pero solo 14 segundos después esos sueños se evaporaron cuando Kuzmenko se despachó con su segundo tanto del partido a los 14:29 del tercer tramo para poner la pizarra 5-2.
“Fue un buen gol porque ganamos y me gusta”, comentó Kuzmenko después del partido.
Después de conseguir 14 goles en 29 partidos la temporada con Calgary, luego de ser enviado en canje desde los Vancouver Canucks, en 2024-25 el delantero ruso ha batallado para encender la lámpara.
“Creo que jugamos bastante bien”, comentó Andersson. “¿Sabes? Estuvimos bastante bien durante 58 minutos. Obviamente, un poco flojos al final. Pero en general, estoy muy contento con nuestro juego. Ganamos dos puntos importantes y ahora vamos a jugar contra los Winnipeg Jets el domingo”.