El equipo más encendido de la NHL, al momento de la pausa a la temporada 2019-20, a causa de la pandemia de coronavirus, era el de los Philadelphia Flyers, con marca de 9-1-0 en los 10 juegos más recientes, y una cadena de nueve triunfos consecutivos que se vio interrumpida por un revés por 2-0 ante los Boston Bruins. Luego, la liga se congeló.

Sin embargo, haciendo un corte de caja hasta los 69 partidos que disputó Philadelphia en la presente campaña, y que le permitió convertirse en uno de los cuatro equipos de la Conferencia del Este, que ya tienen un lugar en los Playoffs, los Flyers, tienen muchas cosas positivas para cuando llegue la reanudación del juego.

Entre ellas se halla el discreto, pero efectivo trabajo del joven defensa ruso de 23 años, Ivan Provorov, quien se ubica en su cuarta temporada y a continuación, desmenuzamos porqué se trata de una pieza invaluable para Philadelphia, en su cruzada por erradicar una sequía de 44 años sin levantar la Stanley Cup.

El 'Caballo de Hierro'

El hockey no es solo un deporte rudo y físico, sino excesivamente desgastante, pero eso parece no haberle hecho mella, ni un raspón a Provorov.

Desde que llegó a la NHL, en la temporada 2016-17, hasta el día que la liga apretó el botón de pausa por la pandemia, había jugado todos los partidos de la ronda regular, 82 en sus primeros tres años como profesional y los 69 de esta. Y cabe añadir, los seis juegos de postemporada de la campaña 2017-18.

Otro irrefutable dato, que da fe de la durabilidad y resistencia de Provorov, es su promedio de tiempo en el hielo (TOI por sus siglas en inglés) por partido en 2019-20, que es de 24:51, el quinto mejor registro entre los defensores que reanudarán la temporada. El líder de liga en ese rubro es Thomas Chabot (26:00), de los Ottawa Senators, equipo que no pasó el corte.

Lógicamente, tanto Provorov como el resto de los jugadores de la liga, vienen de una larga y obligada pausa que rompió su ritmo de juego, que cortó abruptamente su condición física y que ahora, gradualmente, deberán recuperar, lo cual será todo un reto para eludir lesiones y sumarse a la causa colectiva.

Aportación ofensiva notable

Aunque parezca obvio decir que, la tarea principal de un defensa en el hockey, es proteger su zona en el hielo, en el caso de Provorov, su trabajo extra, es algo que
el entrenador y los aficionados, siempre agradecen. Luego de 69 partidos esta campaña, el joven ruso registra 36 unidades, producto de 13 anotaciones y 23 asistencias.

Dentro de la organización de Philadelphia es el sexto mejor anotador, es también el sexto mejor pasador y entre patinadores, y, volviendo al tema de su resistencia y durabilidad, es el que tiene el promedio de tiempo en el hielo (24:51 minutos por juego). Con 150 tiros, es el cuarto integrante de los Flyers quien más jala del gatillo esta campaña.

En el Power Play se transforma

El Power Play o la ventaja numérica, esta situación que se genera en favor de un equipo, debido al castigo por penalidad del rival, ya sea por 2, 4, 5 o más minutos si se diera el caso, abre oportunidades que deben ser bien capitalizadas. Y en estas especiales circunstancias donde se requiere mantener el puck en la zona ofensiva y generar las oportunidades para anotar, Provorov se ha convertido en una amenaza.

Las mejores 10 jugadas de Flyers hasta el momento

Dentro de los Flyers, Provorov lidera de manera compartida (con Claude Giroux) en lo que a goles en ventaja numérica se refiere con siete, pero esa cifra no es poca cosa, pues con esas siete anotaciones, también lidera a todos los defensas de la NHL en esa categoría. Y debemos añadir que con sus tres goles para ganar un partido (Game Winning Goals), es uno de los mejores de la liga entre defensas.

Zapatero a tus zapatos

Como mencionamos desde un principio, aunque suene a obviedad, la tarea primaria de un defensor en este deporte es precisamente defender, evitar que el rival anote, que se sienta cómodo y genere ocasiones de peligro.

Y es ahí donde aparece el papel de Provorov quien encabeza a los Flyers con 111 tiros bloqueados, es decir es un jugador que sacrifica el cuerpo en pos de ayudar a su equipo (considerando cuánto duele que un puck te golpee cualquier parte de tu ser), ya sea taponando los disparos del rival o desviándolos, frustrando a la ofensiva opositora en turno y quitándole presión a los guardametas.

Curiosamente, Provorov no está entre los líderes de Philadelphia en lo que a golpes (hits) se refiere, pues acumula 82 en esta temporada y se ubica en ese rubro en la sexta posición, pero eso no significa que sea malo, se trata de un defensa que no necesita hacer un trabajo 'aparatoso' para ser eficaz.

Con apenas 24 minutos de penalidad, ni siquiera está dentro de los 100 primeros lugares, entre defensores, en esta categoría, lo cual es muy positivo, porque es un jugador que pocas veces deja desvalido a su equipo y en los Playoffs, esto, aunque no va a las categorías que más brillan en el boxscore, cuentan mucho.