PIT Sidney Crosby

Hay algo en las superestrellas generacionales que los separa del resto. Más allá del talento y la salud que puede acompañarlos durante su pasantía por los hielos de la NHL, quizás sea la motivación inquebrantable lo que hace de este tipo de jugador uno tan especial.

Vaya, no por nada se les acredita ese adjetivo tan exclusivo, pues son figuras que suelen verse una vez por generación.

En este caso, el enfoque recae sobre Sidney Crosby, quien, de nuevo, más allá de los imponentes números y reconocimientos que muy posiblemente ya le hayan abierto un espacio a futuro en el Salón de la Fama, como uno de los mejores jugadores en la historia, esa hambre y motivación sigue intacta, incluso de cara a su temporada número 21 en la liga, y con un club que está en medio de una renovación, tras años de éxitos.

En ESPN Deportes/Disney+: Crosby quema la red

Y es que esa mentalidad es el ancla de una organización en transición. A sus 38 años, Crosby afronta la campaña con un compromiso inalterable, rechazando la idea de que la edad o el estado del equipo hayan erosionado su enfoque principal.

“Sigo afrontando el inicio de la temporada de la misma manera que si hubiéramos jugado hasta junio”, afirmó Crosby. “Realmente no cambia si te quedaste fuera de los playoffs o si tuviste un año exitoso. Tengo el mismo enfoque. Intento hacer lo mejor para ser lo mejor que puedo ser y, en última instancia, cada vez que salgo al hielo, quiero intentar ganar”.

Esta perspectiva llega después de la temporada pasada (2024-25), en la que una vez más desafió cualquier noción de declive. Acumuló 91 puntos (33 goles y 58 asistencias) en 80 juegos, manteniendo su estatus como el único jugador en la historia de la NHL en promediar al menos un punto por partido en cada una de sus primeras 20 temporadas.

A pesar de su excelencia, las proyecciones externas para los Penguins son bajas, tras perderse los playoffs por tercera campaña consecutiva. Crosby, sin embargo, ve el desafío de manera diferente. “El desafío es, cuando no llegaste a los playoffs, es volver”, explicó. Aunque admite que prefiere cuando las expectativas “son ultra altas”, insiste en que eso está fuera del control del equipo.

Para el capitán, la solución para volver a la contienda es interna. “Cualquier equipo te dirá que es la consistencia. Tuvimos rachas el año pasado, ganamos cinco o seis seguidos, y luego perdimos cinco o seis seguidos. Así que si podemos encontrar un poco más de consistencia...”.

La temporada se inaugura con una fuerte carga simbólica. Los Penguins se enfrentarán a los New York Rangers en el Madison Square Garden, lo que significa que Crosby jugará contra su exentrenador de una década, Mike Sullivan.

“Va a ser un poco extraño”, admitió Crosby. “Tenerlo como nuestro entrenador por tanto tiempo, es bastante raro que un entrenador tenga una etapa así. Diez años es mucho tiempo”.

Crosby recuerda el impacto inmediato de Sullivan cuando llegó en un momento de crisis para el equipo, inyectando una “confianza y convicción” que los impulsó al campeonato del 2016. Elogia su capacidad para inspirar y su exigencia constante. “Él va a empujar a todo el mundo. Es alguien que quiere sacar lo mejor de ti, y para hacerlo, te va a presionar”.

Mientras el equipo navega sus ajustes, la temporada 2025-26 también será una de culminación estadística para Crosby. Con 1,687 puntos al inicio de la campaña, está a solo 13 de la monumental marca de 1,700 en su carrera.

Los mejores goles de Sidney Crosby en la ronda regular

Más importante aún, está a solo 37 puntos de superar a Mario Lemieux (1,723) como el líder histórico de puntos de los Penguins. Además, con 625 goles, iniciará el año en posición de superar a leyendas como Joe Sakic y Jarome Iginla.

A pesar del estado de transición del club, la motivación de Crosby se ve alimentada por el escenario global. Con los Juegos Olímpicos de Milano Cortina 2026 en el horizonte, donde ya ha sido nombrado como uno de los primeros seis miembros del equipo de Canadá, el capitán siente un impulso adicional.

“Siempre está en el fondo de tu mente. Es siempre algo que te está empujando”, dijo sobre la motivación olímpica. “Espero que eso sea algo que me empuje a ser mejor y a seguir mejorando”.

Esta combinación de retos y metas llega en un momento de especulación sobre su futuro a largo plazo. Sin embargo, Crosby ha sido categórico al silenciar cualquier rumor sobre una posible salida de Pittsburgh.

“Estoy preocupado por jugar para Pittsburgh. No he considerado seriamente nada más”, declaró de forma contundente. “Sé que si toda mi energía no está donde debe estar, entonces no me estoy dando la mejor oportunidad de tener éxito. Si alguna vez llegara a ese punto, lo discutiría, pero no siento que esté ahí”.

En su 21ra temporada, Sidney Crosby se erige como el bastión de la era dorada de Pittsburgh. Mientras persigue la historia de Lemieux y se prepara para un último desafío olímpico, su misión inmediata sigue siendo la misma de siempre: liderar a los Penguins y, contra todo pronóstico, simplemente ganar.

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