En esta serie NHL.com/es estará repasando la historia de cada uno de los 32 equipos de la NHL. Esto es lo que todo aficionado debe saber acerca de su club. El equipo en turno son los Buffalo Sabres.
A lo largo de sus más de 50 años de existencia, los Buffalo Sabres se han caracterizado por ser una de las franquicias más tenaces y aguerridas de la NHL.
Los Sabres entraron a la liga en 1970 como equipo de expansión junto a los Vancouver Canucks. El equipo fue establecido por Seymour H. Knox III y Northrup Knox, miembros de una familia prominente del norte del estado de Nueva York, nietos de uno de los fundadores de la cadena de tiendas Woolworth.
Los Knox llevaban algunos años tratando de llevar a la NHL a Buffalo. En la expansión de 1967, la liga optó por establecer a los Pittsburgh Penguins en lugar de darles un equipo. Luego, en 1969, intentaron reubicar al equipo de los Oakland Seals, pero la NHL quiso mantener otro equipo en la costa oeste a lado de los LA Kings.
La primera temporada de los Sabres fue la de 1970-1971. Su primer partido oficial se disputó el 10 de octubre de 1970 y fue una victoria de 2-1 sobre los Penguins. En sus primeras cuatro temporadas, Buffalo solo tuvo una con récord ganador y una aparición en los Playoffs. No obstante, en este período se iría forjando un legendario trío de atacantes, el afamado “French Connection”. Fue una línea compuesta por tres jugadores de ascendencia francesa: Gilbert Perreault, Rick Martin y Rene Robert, todos seleccionados por Buffalo en el Draft.
Para la campaña 1974-1975, el entrenador George "Punch" Imlach ya había formado un equipo contendiente. Terminaron la temporada regular con el mejor récord de la liga (49-16-15) gracias a su ofensiva explosiva. Buffalo tuvo seis jugadores que anotaron 30 o más goles: Martin (52), Robert (40), Perreault (39), Don Luce (33), Rick Dudley (31) y Danny Gare (31). Establecieron un récord para la NHL que solo ha sido igualado dos veces; por los New York Islanders de 1977-78 y los Winnipeg Jets de 1984-85. Los 354 goles que marcaron como equipo siguen siendo un récord de la franquicia.
Tras eliminar a los Chicago Blackhawks y a los Montreal Canadiens en los Playoffs, Buffalo logró disputar su primera Final de la Stanley Cup, enfrentándose a los vigentes campeones, los Philadelphia Flyers. Después de perder los primeros dos juegos de la serie al mejor de siete como visitantes, los Sabres se repusieron en casa para empatar las cosas. Sin embargo, al final cayeron en seis partidos.
Lo más memorable para los Sabres en esa serie fue el Juego 3, el famoso “Juego de la neblina”. Debido a un clima húmedo con una temperatura de 90 grados Fahrenheit (32 °C) y a la falta de aire acondicionado en el Buffalo Memorial Auditorium, se formó una densa neblina sobre el hielo, reduciendo la visibilidad y provocando varias interrupciones. El encuentro también tuvo un murciélago volando por la arena durante todo el partido. El delantero centro Jim Lorentz lo mató al impactarlo con su bastón. Buffalo se llevó un triunfo de 5-4 en tiempo extra con gol de Robert.
Apuntalados por su participación en la Final, los Sabres se convirtieron en un equipo habitual en los Playoffs. No obstante, no pudieron pelear nuevamente por la copa con la “French Connection” al frente. La era del trío llegó a su fin al inicio de la temporada 1979-1980, cuando el club traspasó a Robert a los Colorado Rockies.
Pese a ya no tener a la icónica tercia, Buffalo tuvo una gran campaña; por segunda vez en su historia obtuvo el mejor récord de la liga (47-17-16). Pero en esta ocasión solo llegarían hasta las semifinales, cayendo en cinco partidos frente a los eventuales campeones, los New York Islanders. Solo se perdieron los Playoffs dos veces en los años 80 (1985-1986 y 1986-1987).
Al principio de los 90, la gerencia realizó un traspaso que convertiría a Buffalo nuevamente en un contendiente en la segunda mitad de la década. En 1992, Buffalo adquirió al portero Dominik Hasek en un canje con Chicago. El portero checo solo tenía 25 partidos de experiencia en la liga. Fue tomado por los Blackhawks en el Draft de 1983, pero no debutó en la NHL hasta la temporada 1990-1991.
En 1997, Hasek se convirtió en el primer guardameta desde Jacques Plante de Montreal en 1962 en ganar tanto el Hart Trophy (premio al jugador más valioso de la temporada) como el Vezina Trophy (premio al mejor portero).
En la siguiente campaña, bajo el mando de su nuevo entrenador Lindy Ruff, los Sabres se quedaron otra vez cerca de llegar a la segunda Final de su historia. Perdieron en la Final de la Conferencia Este en seis partidos ante los Washington Capitals.
Sin embargo, en 1998-1999, liderados por Hasek y los delanteros Michael Peca y Miroslav Satan, Buffalo finalmente regresó a una Final. En la Final de la Conferencia Este, Buffalo eliminó en cinco juegos a su odiado rival, los Toronto Maple Leafs.
Ya en la Final de la Stanley Cup, los Sabres se midieron contra los Dallas Stars. Buffalo pegó primero al ganar el Juego 1 en el tiempo extra con un marcador 3-2. El gol decisivo de Jason Woolley fue apodado “el disparo escuchado en todo el mundo” por su impacto. No obstante, en los primeros cuatro partidos de la serie, los Sabres y Dallas intercambiaron triunfos.
Buffalo llegó al Juego 6 con la espada en la pared. Tras un empate 1-1 en el tiempo reglamentario, se necesitó de tres períodos extras. Dallas definió la serie con un polémico gol de Brett Hull al minuto 14:51 del tercer tiempo extra. Su pie estaba en el área del portero cuando empujó un rebote que superó a Hasek. El gol se mantuvo según las reglas de la NHL, pues se determinó que Hull tenía posesión del disco.























