Cuando se pretende competir por el Trofeo de los Presidentes, entregado al mejor equipo de la NHL en la temporada regular, se debe contar con la que quizás sea la virtud más importante en el hockey: saber ganar.

Puede sonar a cliché, pero en una larga temporada de 82 partidos ni los mejores equipos en la historia pueden sostener su mejor nivel durante tanto tiempo, es por ello que el arte de hallar las maneras de sumar puntos durante una presentación tambaleante, resulta en eso, en una virtud.
Y eso es algo que quedó claro el domingo para el que hasta ahora ha sido claramente el mejor equipo de la temporada 2025-26, cuando el Colorado Avalanche derrotó por la mínima 1-0 a los Chicago Blackhawks en el United Center de la ‘Ciudad de los Vientos’.

Colorado ha llegado hasta aquí —perdiendo un sólo partido en tiempo regular en los 22 encuentros iniciales de la campaña— a fuerza de su poderío ofensivo, como lo demuestra su promedio de 4.00 goles por juego (el mejor de la NHL). Sin embargo, para superar a Chicago en la segunda noche de juegos consecutivos, el Avalanche mostró una cara diferente: la de la resiliencia defensiva.

COL@CHI: Makar empuja el rebote para abrir el marcador

Apenas 24 horas después de pintar de blanco 3-0 a los Nashville Predators con Mackenzie Blackwood en la portería, Colorado repitió la dosis, esta vez con Scott Wedgewood bajo los tres postes. Fue la primera vez en la historia de la franquicia que el equipo logra blanqueadas en días consecutivos, un testimonio de la profundidad y estructura que el entrenador Jared Bednar ha inculcado en su plantilla, demostrando que pueden cerrar la puerta independientemente de quién esté protegiendo la red.

El partido no comenzó fácil. Quizás sintiendo el peso del calendario y el viaje, el Avalanche fue superado 11-2 en disparos durante el primer período. Los Blackhawks, heridos tras una derrota humillante de 9-3 ante Buffalo días atrás, salieron con urgencia, controlando el ritmo y generando oportunidades de peligro. Fue allí donde Wedgewood se convirtió en la figura, manteniendo el empate a cero y frustrando el ímpetu local.

"Obviamente enorme", expresó Wedgewood sobre el esfuerzo del equipo y la dificultad del fin de semana. "Fue un fin de semana duro para los muchachos... Eres el objetivo mayor de la liga, y todos van a querer derribarte".

El portero suplente —aunque esa etiqueta le queda pequeña dada su forma actual— detuvo los 22 disparos que enfrentó para lograr su primera blanqueada de la temporada y extender su racha personal de victorias a ocho juegos. Esta marca lo empata con Philipp Grubauer (2020-21) y Jocelyn Thibault (1994-95) en el cuarto lugar de la historia de la franquicia, acercándose cada vez más al récord de 11 triunfos seguidos que ostenta el legendario Patrick Roy desde la campaña 1998-99.

COL@CHI: Wedgewood lleva a cabo 22 salvadas para sellar la blanqueada

Si Wedgewood puso el escudo, Cale Makar puso la espada. Tras un primer período lento, Colorado despertó en el segundo tramo con una furia absoluta, dominando a Chicago con una ventaja de 19-1 en disparos a puerta en ese lapso. A los 18:21 del período intermedio, la presión rindió frutos. Makar, activándose desde la línea azul, encontró un rebote tras un tiro inteligente del novato Tristen Nielsen —quien sumó su primer punto en la NHL— y no perdonó, batiendo al portero Spencer Knight.

Fue el gol número 27 de la carrera de Makar que sirve para ganar un partido, estableciendo un nuevo récord de franquicia para un defensa, superando a Tyson Barrie y Erik Johnson. Además, con ese tanto llegó a 80 puntos en el año calendario 2025. Este hito lo une a una lista exclusiva de defensores que han logrado esa cifra cuatro veces o más en su carrera, empatando a leyendas como Larry Murphy, Brian Leetch y Phil Housley, y colocándose en la estela de íconos como Paul Coffey y Ray Bourque.

"Creo que es una buena pieza de confianza para nosotros ahora mismo poder ganar estos juegos", analizó Makar. "Ser capaces de ganar de todas estas formas diferentes es bueno para nosotros. Pero de nuevo, queremos seguir construyendo sobre esto en este punto de la temporada".

Para los Blackhawks, la derrota fue un trago amargo pero necesario en su proceso de maduración. El entrenador Jeff Blashill elogió la estructura de su equipo, que logró contener a la ofensiva más letal de la liga durante gran parte de la noche. Gran parte del crédito fue para Spencer Knight, quien tuvo una actuación redentora con 25 salvadas tras el colapso defensivo del juego anterior. Además, la noche marcó un hito personal para el defensa local Alex Vlasic, quien disputó su partido número 200 en la NHL, consolidándose como una pieza clave en la línea azul de Chicago.

"Si repetimos esa actuación, vamos a ganar muchos partidos", aseguró Blashill, destacando la "realidad de la vida" de enfrentar a un equipo de la jerarquía de Colorado que sabe empujar de vuelta.

Sin embargo, la noche perteneció a Colorado. El equipo cerró el partido con una clínica defensiva en el tercer período, incluyendo una neutralización de penalidades perfecta (2 de 2 en la noche) y una salvada clave de Wedgewood ante Frank Nazar en los segundos finales. Con la victoria, el Avalanche (16-1-5) llegó a 37 puntos, abriendo una brecha de siete unidades sobre los Dallas Stars en la División Central y consolidándose como el mejor equipo de la NHL.

La capacidad de ganar 6-5 un día y 1-0 al siguiente es lo que separa a los buenos equipos de los campeones. Y mientras el Avalanche se prepara para recibir a los San José Sharks el miércoles en busca de su décima victoria consecutiva, el mensaje para el resto de la liga es claro: Colorado puede ganarte de cualquier manera que elijas.

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