Explosiva respuesta de Oilers en el Juego 4

Si los Edmonton Oilers dibujaron un escenario ideal en el que habrían de responder en el Juego 4 de la Final de la Stanley Cup para evitar la barrida y que los Florida Panthers festejaran frente a ellos en su casa, muy probablemente habrían cumplido todas las expectativas que se trazaron, aunque transformar el deseo de ganar por 8-1, habría sido algo que quizá ni el más optimista aficionado en el norte de Alberta habría imaginado.

A pesar de la paliza en favor de los locales, la serie aún está 3-1 en favor de Florida, los Panthers solo necesitan un triunfo más para coronarse, son el equipo que está más cerca de pasear por el hielo levantando la Stanley Cup por encima de sus cabezas y bañados en confeti en medio del fervor, pero la noche del sábado los Oilers se dieron la oportunidad de jugar un partido más y apretaron los botones correctos y necesarios para conseguirlo.

Si en el vestidor de Edmonton hubiera habido una lista de cosas que tenían que pasar para ganar de manera enfática y sobrevivir al primer escenario de eliminación, y si ese listado habría incluido un gran juego de Connor McDavid, los primeros puntos de Leon Draisaitl, salvadas heroicas de Stuart Skinner, diversos autores de goles y muchos jugadores haciéndose notar en la hoja de anotación, además de pasarle por encima al rival de forma abultada, habrían llenado todas esas casillas.

“Fue genial, divertido, anotar varios goles en casa frente a nuestra gente, darle algo a la gente para emocionarse y aplaudir”, dijo el delantero Mattias Janmark, cuyo gol en desventaja (shorthanded) para abrir el marcador, marcó la pauta del encuentro. “Fue genial por fin despertar, pero ganamos solo un partido ahora habrá que presentarnos de nuevo en Florida y tratar de jugar del mismo modo por los siguientes 60 minutos y si lo hacemos, tendremos una gran oportunidad de ganar”.

En el Juego 3, a los Oilers les faltó un gol y no lo consiguieron por falta de deseo o de intentos, hubo de sobra, pero cuando llueve, diluvia y Edmonton explotó ofensivamente con tres goles en los periodos uno y dos, para rematar con otro par y hacer aún más enfático un triunfo de auténtica supervivencia en casa para levantar la moral de una afición que estaba bastante atribulada.

“Obviamente fue una gran victoria, pero todavía sabemos cuáles son las circunstancias”, dijo el delantero Dylan Holloway, autor de dos goles, luego de no anotar desde la Segunda Ronda. “Seguimos perdiendo 3-1. Lo más importante para nosotros es simplemente olvidarlo y usarlo, embotellarlo, tener en cuenta cómo están las cosas, pero seguir adelante”.

Durante los Juegos 1 y 2 en Sunrise, los Oilers dieron la impresión de haber dominado a los Panthers en varios aspectos del juego, desde el punto de vista estadístico, pero sobre todo en las sensaciones, solo que el marcador indicó una cosa completamente diferente.

Bajo ese contexto, el capitán de los Oilers, Connor McDavid —con una noche de cuatro puntos, al haber anotado el 4-1 en favor de su equipo a los 73 segundos de comenzar el segundo periodo y tras haber asistido en los goles de Darnell Nurse y el segundo de Holloway con las habilitaciones primarias y con una secundaria en el de Ryan Nugent-Hopkins—, sabe que en ocasiones las estadísticas pasan a segundo término, el enfoque debe ser más simplificado.

“Es sólo una victoria”, respondió McDavid cuando se le preguntó sobre lo abultado del triunfo en casa en el Juego 4. “Eso es todo, ya sea que obtengas ocho o uno. Es sólo una victoria. Tenemos que ir a Florida, hacer un trabajo y arrastrarlos de regreso a Alberta”.

Los Oilers recibieron con metralla bastante dañina y constante a los Panthers, sore todo en el segundo periodo con un balance de 17-4 en tiros a gol, ocasionando algo que parecía utópico pensar: que Sergei Bobrovsky saliera del partido de manera anticipada por tolerar una gran cantidad de goles. 

Y por el contrario, su guardameta, Stuart Skinner, tuvo una actuación sobresaliente, enmarcada con una salvada espectacular y heroica para la causa de Edmonton, cuando detuvo un tiro de Carter Verhaeghe a los 7:53 del primer periodo, en un dos contra uno que condujo Sam Bennett, pero que no pudo ser. Detuvo 32 de los 33 tiros que generaron sus rivales.

La parada de Skinner fue de 24 quilates, pues mantuvo intacto el marcador en favor de Edmonton por 2-1, preservando una ventaja que pese a tener temprano en el partido, jamás perdieron los Oilers, así de gigantesca fue esa intervención.

“Estuvo genial”, dijo McDavid sobre Skinner. “Hablas del trabajo en la portería y de necesitar salvadas oportunas... hizo algunas paradas realmente oportunas. Esa fue la salvada más grande que puedas conseguir”.

Hasta antes de comenzar el Juego 4 de la Final de la Stanley Cup de 2024, el marcador acumulado tras los tres encuentros previos favorecía 11-4 a los Panthers. Ahora ese total está igualado 12-12, pero el hecho de que ese balance no impacte donde los Oilers quieren, no significa que no lo puedan usar como combustible para el Juego 5 y darse la oportunidad de regresar a Edmonton para un hipotético Juego 6.

“No hay victorias morales en el hockey”, dijo fríamente el delantero de Edmonton Zach Hyman. “Estás perdiendo 3-0 aunque crees que jugaste bastante bien. La clave es simplemente seguir adelante. La gente ve el marcador de la serie, pero en el vestidor sentimos que hemos estado ahí cerca y eso ha alimentado la creencia. Cada victoria, esa creencia crece. Nos compramos un par de días más”.

Siete diferentes jugadores anotaron un gol para los Oilers en el Juego 4, 15 jugadores distintos se hicieron presentes en el boxscore con al menos un punto, el Power Play revivió, incluso cayó un gol con uno menos, su astro brilló intensamente, Skinner destacó en la portería; muchas situaciones se dieron en favor de Edmonton, pero la serie se traslada de nuevo a una sede en la que las cosas no les han salido bien y es ahí donde se centra su nuevo reto, en el Juego 5 el martes próximo en la Amerant Bank Arena en Sunrise.